Ingredientes:
400g de pasta radiatori
24 castañas
1/2 cebolla pequeña
1 diente pequeño de ajo sin el germen
1/2 pimiento verde pequeño
1 trocito de morcilla de unos 2 centímetros de grosor (para dar sabor)
1 vaso de caldo caliente
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva
Preparación:
Lo primero que haremos, será cocer las castañas, para poder pelarlas, para eso pondremos una cazuela al fuego con agua y sal, cuando esté caliente añadiremos las castañas, previamente les habremos hecho un corte longitudinal en toda su superficie.
Las dejaremos hasta que estén cocidas, aproximadamente 30 minutos (siempre dependerá del tamaño de la castaña).
Cuando estén cocidas, las colaremos, las pelaremos y las trocearemos en trocitos pequeños y reservaremos 8 enteras, sin trocear para decorar.
Pelaremos y picaremos la cebolla y el ajo, los reservaremos.
Lavaremos y picaremos en trocitos muy pequeños el pimiento desechando el tallo y las semillas y lo reservaremos.
Retiraremos la piel y picaremos en trocitos pequeños la morcilla
A continuación, prepararemos la salsa.
Pondremos una cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos la cebolla, el ajo y el pimiento y dejaremos que se vaya pochando.
Añadiremos la morcilla, las castañas troceadas, salpimentaremos al gusto y removeremos todos los ingredientes para que se integren.
Incorporaremos el caldo, dejaremos cocer hasta que veamos que la salsa se ha espesado y que las castañas y la morcilla están desechas, rectificaremos el punto de sal y si es necesario añadiremos un poco más de caldo, hasta obtener el punto de espesor que más os guste.
Mientras se va haciendo la salsa, pondremos a cocer la pasta, para ello, pondremos una olla al fuego con agua y sal y cuando esté caliente añadiremos la pasta. La dejaremos cocer, hasta que esté al dente.
Cuando esté hecha la colaremos y la añadiremos a la salsa de castañas junto con las castañas reservadas. Si vemos que la salsa ha quedado muy espesa, añadiremos un poco más de caldo, de la cocción de hervir la pasta; o bien, el caldo usado para preparar la salsa. Removeremos para que se integre la salsa con la pasta.
Ahora, ya tendremos nuestra pasta con salsa de castañas preparada para degustar.
Podemos dejar preparada la salsa de un día para otro, reservándola en la nevera, hasta el momento de preparar la pasta.
¡Espero que os guste!
Propiedades de las castañas
Comer castañas asadas el día de Todos los Santos, es una tradición muy arraigada en España, y es muy saludable, por lo que deberíamos extender su consumo durante toda la temporada.
Forman parte de la familia de los frutos secos, pero en este caso, se diferencian de las: nueces, avellanas o almendras, por su bajo contenido en grasas y alto contenido en agua, por lo que son las menos calóricas.
Además, las castañas, son ricas en hidratos de carbono, por lo que es un alimento muy energético, perfecto para deportistas y para todas aquellas personas que necesitan un plus de energía.
Contienen vitamina B, C, calcio, potasio y hierro. En este caso, el postasio, es de gran ayuda para controlar la retención de líquidos; además de ayudarnos a evitar la hipertensión; y el hierro, contribuye en la producción de hemoglobina.
Su contenido en vitamina B5, favorece el crecimiento de los niños y es esencial en el momento de obtener la energía de los alimentos. El déficit de esta vitamina, provoca calambres en las piernas; así como, hormigueos en los pies y talones, fatiga y debilidad.
Las castañas mantienen los niveles de azúcar equilibrados y ayudan a calmar la sensación de hambre, sobretodo cuando se comen crudas o entre horas.
Tras caer del árbol, este fruto van transformando sus hidratos, en azúcares; lo que las hace más dulces, pasados unos días o semanas tras su recolección.
Son unos de los frutos secos, más ricos en ácido fólico, encargado de ayudar a impulsar las defensas y reducir el riesgo de sufrir anemia.
Las podemos consumir crudas, de esta manera resultan saciantes y aportan energía más duradera; o bien, asadas, de esta manera, son más fáciles de pelar y más digestivas.
Estas cualidades, hacen que las raciones que se toman de estos frutos secos, sean más reducidas, pues las grasas, sacian más en el caso de las castañas y tendremos la sensación de estar más saciados.
Por lo tanto, podemos destacar sus principales propiedades, que son:
Nos ayudan a controlar la retención de líquidos
Evitan la hipertensión
Ayudan a mantener los niveles equilibrados de glucosa en sangre
Tienen un efecto saciante
Aportan gran cantidad de energía a nuestro organismo
¡Espero que os sea útil este post! ¡Síguenos en redes sociales para más recetas y publicaciones!