No soy yo mucho de tomar infusiones, no os voy a mentir. Creo que es una cosa que viene de cuando de pequeña tenía dolor de tripa y mi abuela me atiborraba de manzanilla y poleo-menta.
Todavía tengo el sabor de esas infusiones cruzado. Esto creo que no es la primera vez que os lo cuento, pero es que es trauma real.
La cosa es que, las infusiones con agua no, pero amigos, cuando se trata del chai latte, la cosa cambia. Ya preparé en un día unos cupcakes de chai latte, y están deliciosos, pero creo que la versión tarta lo supera.
El bizcocho húmedo y la crema taaaan esponjosa la hace irresistible. Probadla, de verdad, no os arrepentiréis.
Tarta de chai latte y vainilla
Para el bizcocho
3 bolsitas de infusión de chai
290 gramos de harina de trigo
200 gramos de azúcar blanco
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
125 gramos de mantequilla sin sal
250 ml de leche entera
1 cucharadita de pasta de vainilla
4 huevos M
Infusionamos en la leche los sobres de chai. Dejamos enfriar.
Mezclamos los huevos con 50 ml de leche y la vainilla, reservamos.
Mezclamos los ingredientes secos tamizados.
Incorporamos la mantequilla a temperatura ambiente a dados y la leche restante. Batimos hasta incorporar.
Agregamos la mezcla de huevos y leche, hasta que tengamos una masa homogénea.
Repartimos la masa en 3 moldes de 15cm engrasados y horneamos a 175°C durante 30-35 minutos.
Retiramos del horno y dejamos reposar 15 minutos, a continuación desmoldamos y dejamos enfriar por completo en una rejilla.
Igualamos con una lira si fuera necesario, envolvemos en film y reservamos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Para la crema
3 bolsitas de infusión de chai
50 gramos de harina de trigo
250 gramos de azúcar blanco
1 pizca de sal
240 ml de leche entera
250 gramos de mantequilla sin sal
1 cucharadita de pasta de vainilla
Infusionamos la leche con el chai, reservamos.
Mezclamos la harina, el azúcar y la sal en un cazo. Incorporamos la leche a temperatura ambiente.
Ponemos a fuego medio 3-5 minutos, hasta que espese.
Retiramos del fuego y pasamos a un plato hondo, cubriéndolo a piel con film transparente y dejamos que enfríe por completo.
Batimos la mantequilla 5 minutos hasta que blanquee y se ponga esponjosa.
Agregamos poco a poco la mezcla de harina y seguimos batiendo. Añadimos la vainilla y batimos 8-10 minutos hasta conseguir la crema más esponjosa del mundo.
Receta del bizcocho y crema adaptadas del libro Fiesta de @bearoque (Tarta de vainilla y naranja y frosting cremoso de vainilla).