En nuestro blog ya teníamos una tarta de albaricoques, pero aquélla nada tiene que ver con ésta. La primera parecía más bien un bizcocho relleno de albaricoques y la hicimos con un molde alargado. Esta de ahora, en la que hemos utilizado un molde redondo, es más tarta que bizcocho y va recubierta de mermelada de albaricoque lo que la hace doblemente apetitosa. Es ideal para desayunos y meriendas.
RECETA
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INGREDIENTES
Molde para tarta de frutas de 22 centímetros
2 huevos
120 g de mantequilla a temperatura ambiente
85 g de azúcar
40 g de harina tamizada
40 g de almendra molida
60 g de leche
Esencia de vainilla
4 o 6 albaricoques dependiendo del tamaño
Una cucharadita de levadura en polvo
PREPARACIÓN
Separar las claras de las yemas. Montar las claras a punto de nieve con un pellizco de sal y 40 g de azúcar. Reservar.
Batir la mantequilla con el resto del azúcar hasta que quede espumoso. Añadir la esencia de vainilla. Agregar las yemas de una en una.
Mezclar la harina con la levadura y añadir a la mantequilla en varias veces, alternando la leche con la harina.
Añadir a la mezcla anterior los albaricoques cortados en trocitos.
Por último, incorporar las claras de huevo a punto de nieve y mezclar con una espátula con movimientos envolventes.
Verter la mezcla anterior en un molde engrasado (nosotras hemos utilizado un molde para tarta de frutas de 22 cms).
Hornear a 180º (calor arriba y abajo) durante 25 o 30 minutos según el horno.
Dejar enfriar. Dar la vuelta a la tarta y cubrir la superficie con unas cucharadas de mermelada de albaricoque.