El aburrimiento es un mal consejero. Le das vueltas a la cosa, piensas, piensas y al final te metes en la cocina para matar la tarde y haces una tarta como la de las fotos. Pero tarta y bikini son incompatibles. O luces tipo o haces ostentación manifiesta de todas y cada una de las tartas, pasteles o helados que te has comido a lo largo del año. Tu mala conciencia hace que busques una tarta ligerita para pasar la tarde. Por ejemplo, ésta de arándanos porque has leído no sabes dónde que este fruto del bosque tiene pocas calorías, contiene antioxidantes, combate el colesterol y no sé cuántas cosas positivas más. Total, que estas bayas en forma de globitos de color violeta con un sabor entre ácido y dulce son la leche, la pera, la repanocha. Pero claro, nadie te ha dicho que en esta tarta los arándanos son la guinda, el adorno. Y todo lo que hay debajo de los arándanos, ¿qué? Olvidemos el bikini. En el peor de los casos ya me pondré un pareo, para disimular.
RECETA
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INGREDIENTES
PARA LA BASE
1 paquete de galletas María (200 g).
80 g de mantequilla a temperatura ambiente.
½ cucharadita de canela.
Ralladura de un limón.
2 cucharadas de leche. PARA EL RELLENO
4 láminas de gelatina.
1 cucharadita de aroma de vainilla.
400 g de requesón.
100 g de azúcar.
130 ml de nata (crema de leche) para montar.
PARA LA COBERTURA
400 g de arándanos.
50 g de azúcar.
100 ml de agua.
3 láminas de gelatina.
Un chorrito de vino dulce.
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PREPARACIÓN DE LA BASE
Triturar las galletas con ayuda de un robot o batidora hasta que queden muy finas. Añadir la mantequilla, dos cucharadas de leche, la ralladura del limón y la canela y mezclar bien.
Forrar la base del molde de 22 cm. de diámetro con papel sulfurizado, añadir la pasta de las galletas presionando bien con los dedos, intentando que quede lo más uniforme posible y reservar en la nevera.
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PREPARACIÓN DEL RELLENO
Poner las 4 láminas de gelatina en agua fría durante diez minutos.
Con una batidora o robot batir el requesón, el azúcar y la vainilla hasta que quede una mezcla uniforme.
Escurrir la gelatina y echarla en un poquito de agua templada para que se disuelva y añadirla a la mezcla anterior.
En otro recipiente montar la nata (crema de leche) bien fría con ayuda de unas varillas eléctricas. Añadirla a la mezcla del requesón.
Echar la crema sobre la base de las galletas y dejar reposar en la nevera un mínimo de tres horas.
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PREPARACIÓN DE LA COBERTURA
Poner a remojo las 3 láminas de gelatina en agua fría.
Echar los arándanos en un cazo con un chorrito de vino dulce, el azúcar y el agua. Hervir unos minutos y aplastar algunos arándanos con un tenedor para dar color a la gelatina. Separar del fuego y cuando esté templado añadir la gelatina escurrida. Mezclar bien hasta comprobar que se hayan disuelto.
Esta cobertura ha de estar templada para poder echarla sobre la tarta, pero no esperar a que se enfríe demasiado porque se gelificaría.
Añadir sobre la tarta y volver a meter en la nevera. Dejar unas horas antes de servir para que la gelatina quede bien sólida.