El licor de Baileys gusta a casi todo el mundo y aquí os adelanto que su sabor se aprecia bastante ya que lleva una capa 100% de esta bebida gelificada, así que el aroma es inconfundible.
Tengo que añadir que es una tarta delicada para los días calurosos ya que lleva nata (crema de leche) fresca y ésta no es que aguante mucho aunque esté en la nevera. Así que si no te da tiempo a consumirla la puedes congelar por porciones.
Por otro lado me vino genial hacerla ya en el borde lleva crocante de avellana del cual tenía un bote abierto al que hay que consumir rápidamente ya que no aguanta mucho y enseguida le viene ese sabor a rancio. Así que es una receta de reciclaje para el proyecto de mi querida Marisa de Thermofan
Tarta de Baileys con avellana
Ingredientes
4 huevos (M),
100 gramos + 1 c/s de azúcar,
Sal,
75 gramos de harina,
50 gramos de Maicena,
1 c/p de levadura en polvo Royal,
75 gramos de chocolate amargo,
700 + 5 c/s de nata (crema de leche) para montar,
3 hojas de gelatina,
200 ml. + 10 c/s de Baileys,
1 sobre de azúcar avainillado,
100 gramos de avellana molina,
100 gramos de crocante de avellana,
Avellanas, chocolate... para decorar.
Preparación:
Separar las yemas de las claras.
Montar las claras con 3 cucharadas de agua.
Cuando estén casi montada verter los 100 gramos de azúcar y una pizca de sal en forma de lluvia mientras seguimos batiendo.
Terminar de montarlas apunto fuerte y añadir las yemas de una en una sin dejar de batir.
Mezclar en un cuenco la harina, la Maicena y la levadura. Echar la mezcla a las claras a través de un colador. Integrarla a la masa con movimientos envolventes (de arriba a abajo).
Engrasar un molde redondo de 26 centímetros de diámetro y rellenarlo con la masa. Meter el molde en el horno ya caliente a 175°C por espacio de 20 minutos.
Sacar del horno y dejarlo enfriar encima de una rejilla.
Cuando esté casi frío, picar el chocolate groseramente y ponerlo en un cuenco al baño maría con 5 cucharadas de nata (crema de leche). Dejar que se derrita y dejar templar.
Poner la gelatina en agua fría a ablandar durante 5 minutos.
Poner en un cazo 5 cucharadas de Baileys con la gelatina escurrida. Poner el cazo al fuego hasta ver que la gelatina se ha disuelto, removiendo con unas varillas. Entonces añadir 200 ml de Baileys, mezclar y dejar 20 minutos en la nevera o hasta el momento que empieza a gelificar. Remover de vez en cuando con unas varillas. Desmoldar el bizcocho y cortarlo en dos partes iguales en horizontal.
Poner la base de abajo en el plato y alrededor un aro de pastelería.
Untar esta base con el chocolate que teníamos reservado. Meter en la nevera 5 minutos para que enfríe.
Ahora cubrirlo todo con la gelatina de Baileys, que habrá tomado ya consistencia, y meter de nuevo la tarta en la nevera durante 2 horas para que termine de gelificar.
Montar 400 gramos de nata (crema de leche) y cuando esté semi montada, mezclarle 5 cucharadas de Baileys, el sobre de azúcar avainillado y una cucharada de azúcar. Terminar de montar y echar la avellana molida mezclándola de arriba abajo con cuidado.
Sacar el pastel de la nevera y colocar encima de la gelatina de Baileys el bizcocho del medio y cubrir éste con la nata (crema de leche). Colocar la otra base de bizcocho encima y volver a meterlo en la nevera 1 hora.
Montar 300 gramos de nata (crema de leche).
Sacar el pastel de la nevera y quitar el aro.
Cubrir el pastel con 2/3 de la nata (crema de leche).
Poner el resto de la nata (crema de leche) en una manga pastelera con boquilla rizada.
Cubrir el borde de la tarta con el crocante de avellana y decorar la superficie con rosetones de nata (crema de leche).
Poner una avellana o una figura de chocolate en cada rosetón de la tarta.
Volver a meter en la nevera.
Para servir echarle un poco más de Baileys si gusta.
Al ser una receta de reciclaje va al proyecto
1+/-100, desperdicio 0
Abreviaturas
c/s = cucharada sopera
c/p = cucharada postre
c/c = cucharada café
c/n = cantidad necesaria