Esta semana he estado medio obsesionada viendo tartas, tartaletas y pies (se pronuncia pays) en Instagram y Pinterest. Así que no he podido resistirme a elaborar un par de pequeñas tartas para matar el antojo.
Las tartas son preparaciones que contienen dos cosas: una masa quebrada y un relleno que puede ser cremoso, de frutas, dulce o salado. Sencillo ¿verdad? pues ya verás que no es tan así.
Hasta me dio por diseñar mis propias tartas
Las masas quebradas
Lo primero que hay que entender es que la masa que se utiliza para estas preparaciones debe ser quebradiza y fácil de cortar con un cubierto (nadie quiere sacarle el ojo al compañero con un perdigonazo de masa dura). Ya me pasó en una "pastelería" y créanme, no es agradable salir corriendo a recoger el trozo de tarta en la mesa de al lado.
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Existen muchas fórmulas y varias técnicas utilizadas para realizar una buena masa quebrada, si se trabaja en casa y se elabora una pequeña cantidad pueden elaborarse a mano, de lo contrario hay que hacer uso de un ayudante de cocina o una mezcladora. En todos los casos la técnica aquí es fundamental si no queremos acabar con una masa dura como la que acabo de describir.
No es el objetivo de este post dar una clase magistral sobre masas quebradas aunque prometo hacerlo en otro momento para los que siempre se están cuestionando el porqué de las cosas. Sin embargo, hay varios consejos que recomiendo seguir para obtener una masa de calidad:
Se debe procurar que todos los ingredientes estén fríos: la mantequilla, el agua y el huevo (yo incluso refrigero la harina unos 15 minutos antes de usarla).
Esta masa debe manipularse lo menos posible (para evitar desarrollar el gluten de la harina y para evitar que la mantequilla se derrita), lo mejor es hacerlo con una espátula o mezclador de masa o en su defecto un par de cuchillos. También puede hacerse con la punta de los dedos (procura que tus manos estén frías).
Es importante refrigerar la masa al menos 30 minutos (si es 1 hora mejor) para que el gluten se relaje (si se desarrolla mucho la masa quedará dura).
Para estirar la masa la coloco entre dos hojas de plástico transparente (tipo envoplast) y la trabajo con un rodillo hasta dejarla de 3 a 4 mm de espesor.
Una vez estirada y colocada en el molde, yo la refrigero de nuevo (mientras se calienta el horno, unos 20 minutos)
Personalmente siempre horneo la base en seco para evitar que se humedezca con el relleno o que quede cruda. Para ello se debe pinchar la base con un tenedor repetidas veces, colocar un trozo de papel encerado sobre la masa y cubrirla con cualquier cosa que haga peso (esto es para evitar que la masa se infle). Pueden utilizarse granos secos, arroz o como yo: que utilizo las monedas que ya no sirven para pagar nada y que nadie acepta en ningún establecimiento.
Sobre el relleno.
Aunque la cantidad de rellenos para pies y tratas es literalmente infinita, yo prefiero los rellenos afrutados y que no resulten muy líquidos para que no empapen la base.
❗Sabías que también puedes hacer una tarta sin base? ahorrarás mucha cantidad de masa
En este caso he preparado una compota de fresa y ruibarbo que queda ácida, dulce y que combina muy bien con el sabor untuoso de la mantequilla. Con helado de vainilla es realmente extraordinaria.
Y ahora sí, veamos la receta de esta maravilla.
Tarta de fresa y ruibarbo
[Imprimir receta]
Prep: 30 min | horneado: 35-40 min | total: 1:40
Ingredientes
Para la compota de fresa y ruibarbo:
2 tazas de fresas maduras
1 taza de ruibarbo (4 tallos aproximadamente) pelado y cortado en trozos de 1/2 cm
2 Cdas. de fécula de maíz (también conocida como maizena, maicena o maizina)
1 taza de azúcar
Para la masa quebrada:
200 g de harina todo uso
100 g de mantequilla muy fría cortada en trozos de 1 cm
1 huevo (recién sacado de la nevera)
20 g de azúcar
1 pizca de sal
2 cditas. de agua fría
1 cdita. de esencia de vainilla
Instrucciones:
Para la compota:
Mezclar en una olla mediana las fresas, el ruibarbo, la fécula y el azúcar. Dejar reposar por 30 minutos (las fresas comenzarán a desprender bastante líquido)
Llevar al fuego la olla y calentar a fuego medio hasta que hierva ligeramente, revolviendo hasta que las frutas se disuelvan un poco y la mezcla espese y se torne brillante (no debe tener aspecto lechoso que da la maizena cuando aun no está bien cocida).
Retirar del fuego y dejar enfriar por completo.
Nota: Esta compota puede elaborarse con dos días de antelación manteniéndola en la nevera.
Para la masa quebrada:
En una batidora con el aditamento para mezclar, agregar la harina, azúcar, sal, y la mantequilla fría. Procesar a velocidad baja hasta obtener una textura de pan rallado.
Con la batidora andando agregar el huevo, la vainilla y el agua fría. Procesar hasta que la masa se compacte y ve vuelva una bola.
Retirar la masa de la batidora, dividirla en dos partes y envolverlas en plástico adherente, refrigerar por 30 minutos hasta su uso.
Si se elabora a mano: mezclar la harina, la mantequilla y el azúcar con una espátula para masa, un par de cuchillos o la punta de los dedos hasta obtener un arenado. Agregar el huevo, la vainilla y el agua fría. Amasar solo lo necesario para integrar los ingredientes. Dividir en dos partes, envolverlas individualmente en plástico adherente y refrigerar por 30 minutos antes de usar.
Armar la tarta:
Pre-calentar el horno a 180˚C
Retirar una parte de la masa de la nevera y estirar con un rodillo hasta alcanzar 3 a 4 mm de espesor, cubrir la base del molde y hornear en seco por 15 minutos (ver recomendaciones arriba).
Mientras, trabajar la segunda parte para crear el enrejado: estirar la masa y cortar en tiras de 1 cm de espesor.
Retirar la base del horno y rellenar la tarta con la compota de frutas y cubrir con el enrejado (en este punto se puede pintar la cubierta con huevo para darle color y brillo - yo en su lugar he pintado con agua y he esparcido azúcar granulada para darle más textura). Llevar al horno por 15 -20 minutos más hasta que dore.
Retirar del horno. Servir tibia o fría.
Da para una tarta de 25 cm o dos de 12 cm
Más notas adicionales:
El ruibarbo se consigue casi todo el año en mercados como el de Guaicaipuro (en la venta de vegetales del segundo piso)
Si no te gusta o no lo consigues puedes hacer la compota con puras fresas o una combinación de fresas y moras (necesitarás más azúcar) o con cualquier fruta de temporada: duraznos, ciruelas pasas, etc.
La mantequilla es importante para darle ese sabor delicioso, pero si el presupuesto no alcanza puedes utilizar 50% mantequilla y 50% margarina (o incluso grasa vegetal).
¡Feliz fin de semana!
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