La pequeña Elena cumple mañana dos años y como no podía ser de otro modo la entrada de hoy está dedicada a ella.
Me hubiese gustado preparar un postre especial para la ocasión pero la vida no me da últimamente así que he buscado entre las recetas que tengo pendientes de publicar en borradores y he topado con esta tarta de galletas y chocolate que tan buenos recuerdos nos trae a la mayoría de cumpleaños pasados.
No es precisamente la versión más infantil, al incorporar un toque de café, pero os aseguro que está impresionante porque acentúa muchísimo el sabor del chocolate.
Además he utilizado las galletas especiadas que LIDL pone a la venta todas las navidades (y si eres capaz de esperar unas semanas te llevas a casa con descuento) ¡que son un puro vicio!
Mira que están ricas, si no fuera por lo calóricas que son las comería cada día.
Y de paso acabo de recordar que tengo un par de paquetes escondidos en la balda más alta del armario más inaccesible de la cocina y que debería marcarme un postre rico un fin de semana que pueda sacar un hueco.
Sé que a estas alturas de enero debería traer recetas un tanto más ligeras.
Aunque las pasadas Navidades hayan sido diferentes el que más el que menos hemos acabado pasándonos y arrasando con las cosas ricas que hemos preparado para la ocasión.
Y la báscula, con o sin virus, no perdona.
Si a eso le unimos que en mi familia hemos tenido cumpleaños el 11 y el 19 de enero (sin celebración pero con tarta, lo que es peor si cabe porque no se reparte nada y todo, absolutamente todo el pastel se queda en casa) y mañana tenemos otro y a mediados de febrero el de Lara podéis imaginar el humor que tengo cada vez que me subo a la báscula.
¡Pero no vamos a quedarnos sin tarta por este maldito confinamiento! Que sí, que lo sé, que confinamiento oficial no hay en muchos municipios, pero nosotros estamos haciendo auto confinamiento desde finales de agosto y se acaba notando en la línea de la cintura.
No me negaréis que los dos años de la benjamina de la familia no merecen una excepción en la dieta y puestos a pecar y arrepentirse pues se peca a lo grande y mañana ya veremos qué hacemos.
Y quien dice mañana, dice cuando al tarta se acabe.
Total, ese es el círculo vicioso de mi casa desde las navidades.
No hace falta irse a los ingredientes para saber que es una pura bomba de calorías, con un vistazo ya se engorda, pero también se adivina lo adictiva que es para un amante del chocolate.
Y si además te encantan las galletas especiadas ¡no vas a poder resistirte!
Ni qué decir tiene que es una receta de puro aprovechamiento.
Un paquete de galletas medio, unas tabletas de chocolate a punto de caducar, un paquete de granillo de almendra que sobró de algún roscón... ya sabéis que yo soy de ver lo que tengo e ir pensando lo que voy a hacer para darle salida.
Siempre he sido muy de ir a contracorriente y para la repostería no iba a ser menos.
Sobra decir que no le he puesto azúcar.
Para nosotros ha quedado bastante bien con la del chocolate y la de las galletas, que ya sabéis que yo soy de huir de las cosas empalagosas.
Eso no quiere decir que si en casa sois de más dulce no se pueda añadir cuando se derrite el chocolate. Es cuestión de probar la mezcla y añadir endulzante si lo consideráis necesario.
El toque de café es completamente opcional.
Si no os gusta, o si esta tarta la van a tomar niños podéis no ponerlo. A mí me gusta la combinación y cómo potencia el sabor del chocolate. Pero no deja de ser una cuestión de gustos, o incluso de lo que se tiene en casa.
Y si no tenéis estas galletas (igual aún quedan entre los sobrantes navideños si tenéis un LIDL cerca) podéis hacer la receta con cualesquiera otras galletas que tengáis en casa o encontréis en vuestro supermercado habitual, sean especiadas o no.
Evidentemente cada pequeña variación va a darnos un postre diferente, pero no por ello menos delicioso.
Ya sabéis que siempre os digo que hay que adaptarse a los gustos de casa y a lo que tenemos/podemos encontrar.
La elaboración es de esas sencillas, poco más que derretir el chocolate, mezclar con el resto de ingredientes e ir haciendo capas con las galletas.
Después el reposo en frío hace el resto y sin esfuerzo alguno ¡tenéis un postre de quitar el "sentío"!
Y queda cremosa, y un trocito casi sabe a poco, así que por lo que pueda pasar os recomiendo trozos pequeños, por si caemos en la tentación de repetir, que los remordimientos sean menos.
Tarta de galletas hay tantas como casas. Cada cual tiene su manera de hacerla y atesora esa receta que lo transporta a épocas felices. A mí no me importa probar variantes nuevas.
Es enriquecedor descubrir pequeñas variantes. Además de que nunca he hecho/comido una que no me guste. Y vosotros ¿sois fieles a vuestra receta o vais probando como yo?
Como creo que todos estáis más que convencidos ¿quién se apunta a un trozo y un café?
Ingredientes:
* 200 ml de nata (crema de leche) para montar
* 230 gramos de yogur
* 500 gramos de chocolate
* Dos cucharadas soperas de preparado para capuchino (opcional)
* Leche
* Galletas speculos
* Almendra
Elaboración:
1. Troceamos el chocolate y lo ponemos a fundir al baño maría (en un bol, sobre una olla con agua que ponemos al fuego) o bien en el microondas.
2. Una vez fundido removemos bien para que no queden trozos sin deshacer y añadimos el yogur, la nata (crema de leche) y el café soluble mezclando hasta integrar.
3. Pintamos un molde rectangular con aceite y lo forramos con film transparente.
4. Vertemos una capa fina de chocolate y a continuación ponemos una capa de galletas mojadas ligeramente en leche. Yo pongo la leche en un bol, pongo la galleta por una cara, cuento hasta tres, doy la vuelta, cuento de nuevo hasta tres y la saco.
5. Vertemos una capa fina de chocolate y vamos alternando capas de chocolate y galletas hasta acabar con el chocolate y dejar una capa de galletas que hará de base al desmoldar.
6. Una vez se haya enfriado, cubrimos con film (será suficiente probablemente con que que habéis forrado el molde, que sobresaldrá por los lados) y lo guardamos en el frigorífico hasta que cuaje por completo. Mejor de un día para otro.
7. Antes de servir sacamos del frigorífico, destapamos la tarta y tiramos suavemente del film para sacarla del molde volcando sobre la fuente donde vayamos a servir.
Decoramos con crocanti de almendra o a nuestro gusto.
Envuelto en film transparente se conserva perfectamente en el frigorífico.
Además está más rica cuanto más tiempo pasa, pero está tan buena que no durará mucho.
Como habréis imaginado este cumpleaños de Elena va a ser muy distinto. Nada de fiestas ni reuniones con tíos, abuelos o primos.
Nosotros cuatro y nadie más que bastante fastidiada está la cosa para jugársela.
La receta va para el reto de mi amiga Marisa 1+/-100, desperdicio 0
Espero que todos sigáis bien. En breve espero volver a vuestras cocinas y ponerme al día.
Nos leemos la próxima semana
Manos a la masa y ¡bon appétit!