¡Hola a tod@s!
Como muchos sabéis el domingo pasado, 8 de septiembre, se celebra el día de Asturias y nosotras, como buenas Asturianas que somos :), celebramos nuestro Santo. Si os acordáis de nuestros nombres de verdad (no solo de nuestros colores de pelo :P) estaréis pensando mmm… no puede ser… si tienen nombres distintos…, bueno pues estáis equivocados jiji. La morena tiene un nombre secreto compuesto que, por supuesto, no podría ser otro que Covadonga.
Sabemos que en muchas partes de España no se celebran los Santos, pero en el norte nos encantan las fiestas y juntarnos para comer, beber y reírnos. Así que, no podíamos pasar este día sin una buena celebración y aunque en los santos no se soplan velas, nosotras nos auto hicimos una tarta de Feliz CumpleSanto :D. Lo mejor, es fresca, de chocolate, lleva galletas y… ¡no necesita horno! ¿Os animáis a probarla?
Ingredientes (para 8-10 personas)…
200g. de mantequilla en pomada.
100g. de azúcar lustre.
150g. de chocolate negro.
24 galletas rectangulares, de esas de Fontaneda que comían todas nuestras abuelas.
120ml. de café.
10g. de azúcar.
Con las manos en la masa…
Lo primero, hacemos un buena café solo y lo mezclamos con los 10 gramos de azúcar. Reservamos. Fundimos el chocolate negro en el microondas, con mucho cuidado no se nos queme. Reservamos también :D. A continuación, mezclamos en un bol la mantequilla en pomada con el azúcar lustre. Incorporamos el chocolate fundido y removemos bien hasta que obtengamos una masa homogénea. Consejo: no la probéis todavía, sino no habrá para montar la tarta.
En una fuente cuadrada, colocamos 6 galletas rectangulares juntitas, será la base de nuestro pastel. Remojamos las galletas con el café ayudándonos con un pincel. Recubrimos las galletas con una capa de la crema de chocolate y situamos otras 6 galletas encima. Repetimos la operación hasta que hayamos puesto 4 capas de galletas y 4 de crema.
Alisamos los bordes o, incluso, podéis hacer un dibujo en la parte de arriba. ¡Usad la imaginación! Metemos en la nevera por lo menos durante una hora antes de servir. ¡Y a disfrutar como enanos!
Por cierto, ¡Felicidades, un poquito atrasadas, a todas las Covadongas!