Ingredientes
Para la crema pastelera:
500 ml de leche
3 yemas de huevo M
120 g de azúcar
70 g de Maizena (almidón de maíz)
Gotas de esencia de vainilla
Otros ingredientes que utilizamos:
1 lámina de Hojaldre (250 g) redonda o cuadrada
3 Manzanas medianas
30 g Mantequilla + 1 chorrito de ron o brandy o zumo de naranja (opcional )
2 cucharadas de Mermelada de melocotón o fresa
Molde de horno de 24-26 cm
Preparación
Quitamos todos lo ingredientes del frigorífico una hora antes para que se templen. Comenzamos haciendo la crema pastelera. En un cazo ponemos a calentar la mitad de la leche con la mitad del azúcar. Removemos y calentamos a fuego medio. Mezclamos la maizena con el resto del azúcar para evitar que se creen grumos. Batimos las yemas, añadimos esta mezcla y mezclamos. Aromatizamos con unas gotas de vainilla, añadimos el resto de la leche y terminamos de mezclar. Esta mezcla la vertemos en el cazo que tenemos al fuego, calentamos sin parar de remover. Cuando comience a espesar apagamos, retiramos del fuego y continuamos removiendo hasta que quede una crema espesa. Vertemos en un bol y le damos unas vueltas para que enfríe. No podemos verter directamente la crema tan caliente sobre el hojaldre porque se derretiría. Para acelerar el proceso podemos cambiarla a otro bol. Tapamos con film plástico sin dejar aire, es decir, ponemos el film directamente sobre la crema.
Precalentamos el horno a 190ºC = 370º F. Extendemos la lámina de hojaldre sobre un molde para horno de 24-26 cm. Dejamos el papel que trae la lámina, ya que nos servirá para desmoldarlo mejor. La repartimos presionando el fondo y los bordes, de modo que tome la forma del molde. Cortamos el sobrante de masa y de papel y pinchamos la base del hojaldre para que no se levante al hornear. Vertemos la crema templada, repartiéndola y alisándola. Ponemos a derretir a fuego suave una cucharada de mantequilla. Pelamos y quitamos el corazón a las manzanas y las cortamos en láminas finas, del ancho de una moneda. Las repartimos sobre la crema haciendo un dibujo, comenzaremos desde el exterior hasta el interior. Mojamos las manzanas con la mantequilla derretida a la que hemos añadido unas gotas de brandy o licor (opcional). Espolvoreamos una pizca de azúcar por encima y horneamos en el primer estante del horno a 190º C =370º F durante unos 30 minutos, con calor arriba y abajo (o abajo sólo). Después de ese tiempo y tenga un color dorado, retiramos y dejamos enfriar.
Cuando enfríe desmoldamos levantando con cuidado la tarta, agarrándola por el papel y colocándola sobre la fuente en la que vamos a servir. Pasamos una espátula separando la tarta del papel, sujetamos la tarta y tiramos del papel. Pintamos la manzana para darle brillo con mermelada y agua. Calentamos un par de cucharadas de cada, removiendo para ayudar a que se disuelva la mermelada. Repartimos este brillo sobre la manzana, cubriendo toda la superficie y ya la tenemos lista para servir.
Más detalles sobre la crema
Aunque la crema pastelera puede ser de distintos sabores y dependerá del aroma que escojamos: chocolate, vainilla, café, licores, almendras, canela. Para esta tarta los más utilizados son vainilla y la canela.
Mi consejo cuando queremos rellenar unos pasteles o tarta y que se pegue o tome la forma del molde (en el caso de pastelitos y buñuelos), es utilizarla sin enfriar en el frigorífico. Si se enfría demasiado se solidifica y no se puede utilizar directamente como relleno al no poderse repartir. Si vamos a dejarla para otro día, suele hacerse más liquida para facilitar su utilización. Incluso se suele mezclar con una cucharada de mantequilla una vez que ha espesado.
Cuando la vamos a utilizar sobre una base de hojaldre, debemos templarla, ya que de lo contrario derretiría la mantequilla que lleva el hojaldre.
Si nos sobra crema pastelera podemos guardarla tapada en el frigorífico. Debemos tapar la crema pastelera con film transparente, sin dejar aire en medio, para que no se reseque la capa superior. Esto se hará tanto si se va a utilizar al momento como más tarde.