Esta tarta es un clásico de la repostería francesa donde se combina el crujiente de la masa de hojaldre con el saber dulce de las manzanas. Una estupenda combinación de textura y sabor. Las manzanas en rodajas finas se mezclan con azúcar y un poco de canela, y luego se colocan de forma armoniosa en capas sobre la mermelada. La cocción en el horno carameliza las manzanas. Ese es todo el secreto de esta tarta.
Esta misma tarta se puede preparar con fresas o melocotón.
Ingredientes:
3 manzanas tipo Golden
1 lámina de hojaldre
2 cucharadas de mermelada de albaricoque
1 nuez de mantequilla
Azúcar
Preparación:
Precalentad el horno a 200º.
Colocad la lámina de hojaldre en un molde apto para hornear, previamente engrasado y con un poquito de harina espolvoreada. Pincha el centro de la masa con un tenedor para que no suba.
Poned una capa fina de mermelada sobre la masa.
Pelad las manzanas y cortadlas por la mitad. Retirad el corazón y las semillas con un cuchillo afilado. Cortad las manzanas transversalmente en láminas finas y colocadlas superpuestas sobre la masa.
Procurad que quede la manzana bien colocada como en la foto. Colocad encima pequeñas porciones de mantequilla, y espolvoread con azúcar.
Hornead durante 20 0 25 minutos, hasta que la masa esté dorada y los bordes de las manzanas comiencen a dorarse. Cuando la tarta esté lista la dejáis enfriar y la desmoldáis.
¿Vosotros como preparáis esta tarta? Seguro que también está buenísima.