Esta tarta de queso es el resultado de ir a comprar leche condensada para hacer un postre y enamorarte de la receta que hay en la etiqueta, jeje. Total, que por más que pienso, no sé qué quería hacer inicialmente.
La receta es fácil y rápida de hacer. Desde que soy mamá veréis que opto por recetas no tan elaboradas, jaja, si es que es una aventura meterse a la cocina con dos bichillos reclamándote.
Ingredientes:
400gr de leche condensada
3 huevos
200gr de queso fresco
1 lámina de Masa Brisa redonda
100ml de zumo de limón
1cucharadita de corteza de limón rallada
Mermelada de fresa (o la que más os guste)
Preparación:
Extendemos la Masa Brisa y forramos con ella un molde de tarta apta para el horno. Pinchamos el fondo varias veces con un tenedor. Cubrimos con papel de aluminio presionando bien las paredes para que no se bajen al cocer.
Precalentar el horno a 200ºC y hornear durante 10 minutos. Retirar el papel de aluminio y hornear 5 minutos más.
En un bol mezclamos el queso fresco con la leche condensada, las yemas, la corteza de limón rallada y el zumo de limón. Por último incorporamos las claras montadas a punto de nieve.
Vertemos la mezcla sobre la base y horneamos a 180ºC durante unos 25 minutos aproximadamente o hasta que quede ligeramente dorado.
Dejamos enfriar y decoramos con la mermelada por encima.
Espero que os guste y os animéis a hacerla. Y por supuesto me encantará ver vuestras tartitas, así que no dudéis en enviarmelas.
Feliz finde y gracias por estar al otro lado
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