Soy una enamorada de las tartas de queso, ya sabéis que no es éste un blog muy amigo de los postres, pero las tartas de queso me rechiflan... aunque no todas.
Mis preferidas son las hechas al horno, me gustan las secas con alguna pasa por dentro, y las que no llevan pasas y van cubiertas de mermelada... pero normalmente son éstas las que más me gustan.. las que se pueden coger con las manos, vaya!
Pero... no es el caso de esta tarta.... ésta es una tarta que hacen en mi casa desde hace muchísimos años, viene de manos de la familia, y es ideal para tomar algo fresco después de una comida o cena copiosa. Cuando dejas ese huequín para algo dulce y no quieres salir con la barriga como si te fuera a reventar.... esta es vuestra tarta (tengo otra que también os va a gustar...).
Espero que os guste... yo me voy a por un trocín a la nevera....
INGREDIENTES
30 galletas tipo María
1/3 tarrina margarina (más o menos 80 grs de la de 250) (vale cualquier marca sin sal)
1 sobre gelatina de limón (Royal o la de Hacendado también sale bien)
1/4 litro de nata (crema de leche) liquida postres
1 tarrina queso tipo Philadelphia
1/2 litro agua
1 bote de mermelada al gusto
PREPARACIÓN
Trituramos las galletas con la ayuda de un robot, o sino tenéis, las metéis en una bolsa de plástico de las cierre zip, cerráis bien y machacáis con una botella o un rodillo de cocina pasándolo varias veces por encima hasta que estén bien trituradas.
Metemos la margarina en un vaso y al microondas 30 segundos la derretimos. Mezclamos con el polvo de galletas y forramos con la mezcla un molde redondo (que luego podáis desmoldar fácilmente, yo uso uno de aro) colocando un papel de horno en la base para que no se nos pegue. Aplastáis bien con las manos para quede uniforme y bastante prieta por toda la superficie.
En un cazo ponemos a hervir 250 ml de agua (más o menos es un vaso) junto con la gelatina. Cuando rompa a hervir, añadimos los otros 250 ml de agua (otro vaso) y mezclamos bien bajando el fuego. Añadimos la nata (crema de leche) y el queso, y revolvemos bien con unas barillas o si queréis lo apartáis del fuego y utilizáis la batidora para que quede completamente mezclado.
Lo vertemos sobre la base de galletas y lo dejamos en la nevera mínimo 12 horas hasta que cuaje.
Le añadimos la mermelada que más os guste por encima y ya tenéis un postre súper!
Notas: Si usáis confitura, os recomiendo calentarla en un cazo, y cuando se licue lo echáis por encima con la ayuda de una cuchara para que no se derrita la tarta con el calor. Cuando enfríe volverá a coger la consistencia de la confitura.
Otra opción es utilizar gelatina neutra mezclada con mermelada, aunque a mí para ésta tarta me gusta mas que la mermelada se escurra por los bordes...
Aquí podéis ver la base lista para añadir la mezcla de queso, nata (crema de leche) y gelatina