Los incondicionales de las galletas Oreo saben que no miento si les digo que esta tarta es una auténtica delicia. Unir la textura de una exquisita tarta de queso fría con el sabor de las galletas Oreo es una combinación ganadora si o si.
En esta receta utilizo un sobre de cuajada para que quede una consistencia más suave, pero si preferís que quede la crema un poco más densa podéis añadirle medio sobre más de cuajada.
¿Nos ponemos manos a la obra? Pues aquí va la receta de la cheesecake casera de Oreo:
Ingredientes para la base (molde 20 cms)
Galletas Oreo (220g)
60 g de mantequilla
1 cucharadita de extracto de vainilla en polvo
Ingredientes para la crema
800 ml de nata (crema de leche) 35% MG
Relleno de las galletas de la base
320 g de queso tipo Philadelphia
180 g de azúcar
320 g de leche condensada
100 ml de leche
1 sobre de cuajada
100 g de galletas Oreo
1 cucharadita de vainilla liquida o en polvo
Elaboración de la base
Abrimos las galletas Oreo y con un cuchillo retiramos el relleno que hay entre galleta y galleta y lo reservamos.
Ponemos las galletas Oreo sin la crema en el vaso de la picadora y las trituramos hasta que queden finamente picadas. Separamos unas 3 cucharadas de galleta picada que vamos a utilizar para decorar la parte superior de la tarta.
Ponemos la mantequilla en un cuenco apto para microondas y la calentamos unos 30 segundos para derretirla. Añadimos la vainilla en polvo y mezclamos.
En un cuenco ponemos las galletas picadas y las mezclamos con la mantequilla derretida.
Cubrimos la base de un molde desmontable con la mezcla de galletas y mantequilla y la extendemos uniformemente con ayuda de una cuchara.
Reservamos en el frigorífico mientras vamos preparando la crema.
Elaboración de la crema
Troceamos cada galleta en unos 3 trozos y reservamos. (Otro modo de hacerlo sería triturar las galletas un poco más y mezclarlas con la crema de queso cuando ya esté preparada, justo antes de echar la crema sobre la base de la tarta).
En un recipiente amplio ponemos el queso y el azúcar y batimos hasta que quede una masa homogénea.
En un vaso ponemos la leche y disolvemos con ella el sobre de cuajada junto con la vainilla.
En un cazo ponemos a calentar a baja intensidad (en mi caso 4 de 9) la nata (crema de leche) y la leche condensada mientras damos vueltas para que se mezcle bien y no de agarre a la cazuela. Cuando comience a hervir añadimos la mezcla de queso y azúcar y continuamos moviendo. Incorporamos el relleno de las galletas que tenemos reservado y mezclamos de nuevo. Por último incorporamos la leche avainillada en la que hemos disuelto el sobre de cuajada y damos vueltas para que se reparta uniformemente. Cuando hierva de nuevo retiramos el cazo del fuego.
Esperamos unos 5 minutos para que se atempere y echamos la crema de queso sobre la base de galletas que tenemos en el frigorífico. Con la ayuda de unas cucharas ponemos las galletas troceadas en la base de la tarta de modo que no asomen en la superficie de la crema de queso.
Volvemos a poner la tarta en el frigorífico para que cuaje un mínimo de 8 horas.
Elaboración de la cobertura
Cuando este completamente cuajada la tarta, mejor si es de un día para otro, espolvoreamos las 3 cucharadas de galleta en polvo que habíamos reservado para decorar la tarta.
Desmoldamos la tarta, si no lo hemos hecho antes y a disfrutar.