Bueno, regresamos mejor a la tarta jeje. Hace unos días, el 30 de julio, fue mi cumpleaños. Siempre me entra nostalgia ese día, no sé por qué y bueno, en lugar de descansar o estar tranquila no tengo otra cosa que hacer que ponerme a hacer una tarta con el calor infernal que está haciendo. Así soy y nadie me va a cambiar ahora jeje.
Hace tiempo que quería hacer una San Marcos. La reina de muchas de nuestras celebraciones, típica en bodas...Lo cierto es que hace tiempo me la encargaron para un cumple pero con las prisas no pude hacerle foto.
Así que en esta ocasión si que pude hacerlas y os la traigo con todo el cariño del mundo. Mi versión de la tarta de San Marcos. Es jugosa, con el relleno de nata (crema de leche), trufa y la crema de yema es lo que la distingue, lo que hace especial, única. Un placer para el paladar. En casa encantó. Mi madre se ilusionó cuando escuchó que iba a hacerla, porque le encanta y cómo disfrutó comiéndola, para mí ése es el mejor regalo que puedan darme.
Pasemos a la receta!
Ingredientes:
Para 1 bizcocho:(molde 20 cm.) Haremos 2 tandas
- 3 huevos
- 120 grs. azúcar
- 120 grs. harina
- cucharadita de extracto de vainilla
Para la crema de yema:
- 4 yemas
- 10 grs. maicena
- 60 ml. agua
- 180 grs. azúcar
- un chorrito de zumo de limón
- media cucharadita de vainilla
Para el almíbar:
- 200 grs. agua
- 200 grs. azúcar
- chorrito de amaretto
- chorrito de limón
Para el relleno de trufa y nata (crema de leche):
- 600 ml. nata (crema de leche)
- 120 grs. azúcar glass
- 20 grs. cacao en polvo
Para decorar:
- almendras crocantes
- nata montada (crema de leche) (del relleno)
Preparación: En primer lugar comenzamos con el bizcocho. Precalentamos nuestro horno. Batimos bien los huevos con el azúcar hasta que blanqueen o monten. Unos 10 minutos. Agregamos después la vainilla y la harina tamizada lo vertemos en varias veces para que no se nos baje la mezcla.
Forramos nuestro molde con papel del horno en base y laterales. Sí, si, para que no se nos pegue nada. Agregamos la masa y horneamos a 180 grados 30 minutos. Sacamos cuando el palillo salga limpio y dejamos enfriar en rejilla. Repetimos la operación ya que necesitaremos dos bizcochos.
Mientras horneamos podemos aprovechar para hacer el almíbar. Para ello es muy sencillo, añadimos en un cazo el azúcar con el agua, el amaretto y el chorrito de limón. Dejamos a fuego medio y una vez comience a hervir, lo bajamos y lo tenemos a fuego lento 5 minutos. Apartamos y dejamos enfriar para después.
Para la crema de yema haremos también un almíbar. Ponemos en el cazo el agua, el azúcar, el chorrito de limón y la vainilla. Llevamos a ebullición y luego a fuego lento otros 5 minutos. Dejamos templar un poco. Batimos las yemas con la maicena e iremos agregando el almíbar sin dejar de batir. Luego lo devolvemos al cazo colándolo primero y lo ponemos al fuego de nuevo para que espese. Una vez burbujee lo retiramos. Dejamos enfriar. La crema de yema es una delicia...no os la comáis antes de tiempo eh?
Ya sólo nos quedaría montar la nata (crema de leche) para terminar las elaboraciones. Dividimos en dos la nata (crema de leche). Montamos 300 ml. con 60 grs. de azúcar glass y disponemos en manga y haremos lo mismo con la otra mitad y le agregamos el cacao en polvo tamizado para la trufa. Disponemos también en manga.
Toca el momento decisivo. El montaje de la tarta. Cortamos los bizcochos en dos cada uno. Utilizaremos 3 partes. Empapamos con almíbar el interior de las tapas y la parte central por ambos lados. No os cortéis, que quede bien mojadito. No os paséis con la base para que no se nos parta.
Una vez dispuesto, añadimos la trufa en la base con la manga pastelera. Ponemos la otra capa y añadimos la nata (crema de leche). Tapamos de nuevo y cubrimos con la crema de yema. A mi me sirvió para cubrir la tarta. Dejamos reposar un poco en la nevera para que se asienten las cremas y es que con este calor, me quedaba sin tarta... Luego le añadí las almendras crocantes con ayuda de una rasqueta (así es más fácil) y culminamos decorando con la nata (crema de leche) en los bordes. Dejamos enfriar de nuevo en la nevera hasta el momento de su consumo. Una delicia asegurada!
Espero que os haya gustado la receta. Es un lujo poder hacerla en casa...ya me contaréis. En mi caso es una espinita que me quito, porque la hice una vez corriendo y no pude publicarla y bueno, he de decir que este año he comido más tarta de la cuenta jeje.
Prometo volver prontito a medida que este calor y las ocupaciones que tengo me den tregua. Tengo muchas más propuestas y cositas que ofreceros.
Disfrutad del verano en la medida de lo posible y por favor, sed responsables. De todos depende que podamos seguir adelante aunque sea en la nueva normalidad y no volvernos a encerrar de nuevo.
Feliz verano!
Un saludo muy dulce!
Maribel García