Siempre ponemos mucho cariño cuando hacemos una tarta, pero cuando la tarta es para un amigo o un familiar mucho más, quizá no sea la tarta más perfecta del mundo pero nosotras hemos disfrutado mucho haciéndola para darle una sorpresa a Mario, es una cocina porque ahora mismo todas sus energías están destinadas a sacar adelante a Comidas Dealba, un proyecto que les tiene muy ilusionados (tanto a él como a su mujer Natalia), y que exige mucha dedicación y esfuerzo.
Este es nuestro pequeño homenaje a los jóvenes valientes que luchan por un futuro mucho mejor con esfuerzo y tenacidad.
Ya me olvidaba, la tarta es un bizcocho de vainilla, relleno de buttercream de dulce de leche y cubierta de ganaché de chocolate.