Después de mi última entrada en el blog puedo afirmar que sí, me ha dado por el Mango. Llevamos desde verano con él presente en las fruterías pero, como siempre, a mi las cosas me gusta aprovecharlas hasta último momento y por eso llevo más o menos 1 mes en el que no falta mango en mi casa. Mi combinación perfecta para él es con frutos rojos, con chocolate y/o con yogur, el desayuno perfecto!
En cuanto a la realización de esta receta la verdad es que ha sido la ocasión perfecta para probar y elaborar mi propia versión de la mousse de mango y yogur de mi querido Bavette. Se trata de un blog de pastelería moderna y otras delicias en el que me encanta pasar horas surfeando entre sus páginas, aprendiendo nuevas técnicas y descubriendo un sinfín de combinaciones. Por ello, en esta ocasión me he basado en él, modificando las cantidades del crujiente de galleta y cambiando el relleno de la mousse por un gelée de moras. Vamos a por la receta!
TARTA MOUSSE DE MANGO Y MORA (SIN HORNO)
* Cantidad para 8 personas. Molde esférico de unos 14cm de diámetro y base de 18cm de diámetro.
INGREDIENTES para el crujiente de galleta:
150g galletas María
80g mantequilla
PREPARACIÓN del crujiente de galleta:
Con la ayuda de una trituradora, o bien dentro de una bolsa y con un rodillo, picamos las galletas hasta hacerlas polvo.
Deshacemos la mantequilla en el microondas y juntamos con la galleta. Mezclamos hasta obtener una masa.
Forramos el molde (el mío de 18cm redondo) con un poco de papel film en la base (así luego será más fácil sacar el crujiente de galleta) y echamos la masa de galleta. Aplastamos dejando una capa lo más lisa y uniforme posible.
Metemos en la nevera para que endurezca mientras realizamos las siguientes elaboraciones.
INGREDIENTES para el gelée de mora:
80g moras
1 hoja de gelatina
25g azúcar
PREPARACIÓN del gelée de mora:
En un bol con agua muy fría, hidratamos la gelatina durante 10-15 minutos.
Trituramos las moras hasta hacerlas puré. Entonces, las metemos a fuego medio junto al azúcar hasta que la mezcla llegue a ebullición. Siempre mezclando para evitar que se pegue en la base de nuestro cazo.
Retiramos del fuego y con un chino de malla fina, colamos para deshacernos de las pepitas.
Añadimos la gelatina ya hidratada, mezclamos hasta que no haya grumos y vertemos la preparación dentro de un molde o un aro de repostería de 10 cm de diámetro. Dejamos reposar a temperatura ambiente y luego metemos en la nevera hasta que la mezcla gelifique (si queréis, podéis poner primero unos minutos en la nevera y luego al congelador para que el proceso sea más rápido).
INGREDIENTES para la mousse de mango:
125ml nata (crema de leche)
175g puré de mango
125 yogur griego natural
50g azúcar
25g claras de huevo
5 hojas de gelatina
PREPARACIÓN de la mousse de mango:
Hidratamos la gelatina con agua muy fría durante unos 10-15 minutos.
De mientras, en un bol montamos las claras de huevo con el azúcar hasta conseguir un merengue firme y brillante. Reservamos en la nevera.
En otro bol, semimontamos la nata (crema de leche), es decir, justo hasta que empieza a coger un poco de cuerpo. Reservamos también en la nevera.
Procedemos a realizar el puré de mango: pelamos, troceamos y trituramos 175g de mango natural (también podéis comprar puré de mango ya preparado). Lo separamos en dos boles. Uno de ellos lo calentamos a fuego bajo y le añadimos la gelatina. Removemos hasta que se disuelva por completo y no queden grumos. Retiramos del fuego y vertemos sobre la otra mitad de mango. Removemos.
Incorporamos el yogur griego con movimientos envolventes con ayuda de una espátula de mano. De la misma manera, añadimos también el merengue y la nata (crema de leche) que tenemos reservados en la nevera.
Vertemos 3/4 de esta mousse de mango en el molde semiesférico, metemos en la nevera para que coja un pelin más de cuerpo.
Ahora, desmoldamos el gelée de mora y lo colocamos encima de la mousse de mango que ya tenemos puesta en el molde. Hundimos ligeramente y tapamos con la mousse de mango restante.
Metemos en el congelador hasta que la masa solidifique y sea totalmente fácil separarla del molde sin dañar la forma (yo la he dejado toda la noche).
Cuando esté lista, retiramos del molde y colocamos encima del crujiente de galleta.
Dejamos a temperatura ambiente un tiempo antes de servir para que se descongele y adquiera la textura aireada y esponjosa. Si preferís, también se puede reservar en la nevera y luego retirar un poco antes de servir.
Decoramos al gusto: yo he usado un poco de jalea de mora y tres moras.
Como habéis visto, se trata de una tarta deliciosa en la que la única complicación son los tiempos de refrigeración (bueno, si se le puede llamar complicación a eso!). El hecho de incorporar en el interior de la mousse una gelificación de mora no sólo aporta un contrapunto de sabor sino que además añade más riqueza y atractivo visual a cada uno de sus cortes. Una técnica que cada vez me engancha más y que estoy segura poco a poco iré perfeccionando y añadiendo en más recetas mías.
Espero que os animéis encarecidamente a preparar esta receta, que os guste y que me compartáis vuestras dudas, impresiones y resultados!
Besooootes <3