Si no conocéis la tarta Sara, hoy la vais a conocer y muy bien. Se trata de una tarta hecha con bizcocho genovés, crema de mantequilla francesa y almendras laminadas. El nombre le viene por Sarah Bernhardt, una actriz de teatro francesa del siglo XX, a la que se supone que le gustaba mucho esta tarta.
Como sabéis que yo no uso azúcar, hoy os voy a enseñar cómo he adaptado la receta para hacer una fantástica tarta Sara sin azúcar, apta para diabéticos (siempre y cuando respetéis las raciones y no os la comáis entera).
Aunque este pastel es típico de mi zona, Cataluña y alrededores, también es muy conocido en Euskadi, donde se le llama Tarta Mascota (aunque ni idea de por qué). Aquí cuando llega la Semana Santa las pastelerías se llenan de monas y pasteles como esta Tarta Sara. Según la tradición, el padrino le regala a su ahijado/a la mona, que es un pastel que se suele decorar con huevos de chocolate, y que ya vimos en mi receta fácil de Mona de Pascua.
Normalmente me esmero en daros recetas fáciles, pero no os voy a engañar, la tarta Sara tiene su miga, lleva tiempo y paciencia hacerla, y si no la hacemos con cariño no nos quedará bien. No es que sea súper difícil de hacer, es simplemente que es laboriosa. La crema de mantequilla francesa con la que se hace el relleno y la cobertura es la parte más complicada, sobre todo si no la habéis hecho nunca, pero voy a intentar explicarlo lo mejor posible para que os resulte más fácil de preparar
De todas formas, si se os resiste algo ya sabéis que me lo podéis decir en los comentarios, que yo os contesto siempre lo antes que pueda. Yo sólo os diré que “laborioso” no es “imposible”, y que vale la pena cada minuto invertido en esta tarta de Pascua, porque además de rica me parece que queda súper bonita y elegante.
Para que no me quede una receta súper larga aquí, empezaré partiendo de la base de que ya habéis preparado el bizcocho. Yo he hecho el bizcocho base de la mona, que queda perfecto para montar una tarta Sara en condiciones, pero podéis hacer el que más os apetezca. Siempre os digo que la imaginación es algo súper divertido de usar, y en este caso a lo mejor queda súper bien hacer el bizcocho con harina de almendras, que además de restar carbohidratos combinará genial con las almendras laminadas de la cobertura.
Veréis que, entre la harina integral del bizcocho y la mantequilla que es light, nos queda un pastel bastante bajo en hidratos de carbono si lo comparamos con otros que además lleven chocolate y demás. Las raciones las he puesto de 70gr contemplando el aporte de HC, y me parece que son más que suficientes. Da para unas 16 personas siguiendo estas raciones.
Y voy ya con la receta, espero que os guste tanto como me ha gustado a mí
Información Nutricional
Cara ración de 70gr esta tarta Sara sin azúcar tiene:
236,29 kcal
7,037gr HC
Ingredientes:
1 bizcocho base sin azúcar, 350gr de mantequilla light, 2 yemas de huevo, 1 cucharada de stevia/sucralosa, 100ml de agua, Almendras laminadas (c/n), Agua y mermelada de albaricoque sin azúcar para el almíbar
Instrucciones:
Cortamos el bizcocho en horizontal en tres trozos iguales (o lo más iguales posible). Yo lo que hago es hacer un par de marquitas primero, y luego lo corto. No uses nunca un cuchillo de sierra porque desmigarás el bizcocho, usa mejor uno de hoja lisa bien afilado. Reservamos.
Ahora prepararemos la crema de mantequilla francesa. Batimos a mano las yemas en un bol, opcionalmente con unas gotitas de vainilla (a mí me gusta).
Ponemos los 100ml de agua a fuego medio-alto junto con el edulcorante (stevia o sucralosa), y lo llevamos a hervor. Cuando hierva, la tiramos en hilo fino sobre las yemas en el bol, mientras vamos batiendo. De esta manera, las yemas se cocinan.
Añadimos la mantequilla en pomada en trocitos, poco a poco, sin parar de remover/batir, para que se vaya integrando bien. Hazlo con varillas manuales, con la batidora eléctrica se rompe la mantequilla y no queda igual. Esto lleva paciencia y cansa un poco, pero es la manera de conseguir que salga. Cuando tenga una textura cremosa y sedosa, ya lo tendremos.
Hacemos un almíbar con mermelada (de albaricoque o de lo que quieras) y agua caliente, y pintamos el bizcocho por delante y por detrás, todas las capas.
Ponemos una capa de crema de mantequilla sobre la primera capa, tapamos con la segunda, volvemos a poner otra capa de mantequilla, y tapamos con la tercera.
Ahora toca cubrir la tarta por encima y por los laterales con más crema de mantequilla. Yo he usado una lengua de gato, intentando que quedase lo más lisa posible, aunque no pasa nada si no te queda perfecta, ahora lo taparemos.
Por último, cubrimos la tarta con almendras laminadas y tostadas. Si las tienes crudas, solo tienes que ponerlas en una sartén grande y tostarlas, removiéndolas para que no se quemen, hasta que estén doraditas. Es improtante que no te pases de tostado porque sino quedarán amargas.
Dejamos reposar en la nevera y conservamos en frío. ¡Y listo!
También podemos decorarla con huevos de chocolate si queremos usarla como Mona de Pascua (yo los hago con un molde) y unas plumitas, o lo que queramos.
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