En mi casa la cebolla es un vegetal que tiene mucho protagonismo, no me pueden faltar y es que las consumimos muchísimo. Fritas, en ensalada, en tempura, en quiche, en tortilla... y desde que hice esta tarta ya se ha convertido en un clásico mas en casa.
Como guarnición para carnes queda genial, aunque en casa no hace falta que acompañe a nada, la comemos como entrante, está buenísima.
Y como hoy cumple años mi hijo Mario, la entrada de hoy va dedicada a él, este plato le encanta...
que esta nueva década que comienza, seas muy feliz, tanto como te mereces.
Ingredientes:
1 lámina de masa de hojaldre congelado de 250 grs.
3 o 4 cebollas medianas moradas.
75 grs de mantequilla.
Una copa de vino Pedro Ximénez.
Hierbas provenzales y sal.
Elaboración:
Cortamos las cebollas en tres rodajas gruesas, reservamos.
Ponemos la mantequilla, en un peról de unos 20 cm. y la derretimos, añadimos el Pedro Ximenez, y un poco de sal. Agregamos las cebollas y las caramelizamos, echamos hierbas provenzales al gusto.
Apartamos, y cuando enfrie un poco, ponemos por encima la masa de hojaldre descongelada, cortamos la masa sobrante y la remetemos bien en el perol, podeis ver la forma de prepararlo en esta entrada.
Metemos en el horno que tendremos precalentado a 200 grados durante unos veinte minutos, sacamos cuando veamos que el hojaldre este dorado, y servimos. Esta tarta la podemos comer tanto fría como caliente. Espero que os guste.