Llego la temporada de brevas, una de las frutas que mas ansío que lleguen, y es que me encantan. Mi hermano tiene en su casa una higuera y llego con una buena carga de ellas y manos a la obra. Hay que aprovecharlas en su momento, pues tienen una vida muy corta, creo que de las frutas que menos tiempo tienen en el mercado, o es que me gustan tanto que a mi me lo parece.
Esta tarta esta deliciosa, era la primera vez que la hacía y no va a ser la última, supo a poco, desapareció. Prueben a hacerla, os va a gustar.
Ingredientes:
2 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva.
2 cucharadas de azúcar morena.
150 ml. de vino Pedro Ximénez.
6 o 7 brevas o higos frescos.
1 lámina de pasta de hojaldre congelada.
Elaboración:
Descongelamos la pasta de hojaldre y la cortamos un poco mas grande que el molde que vayamos a utilizar. Reservamos.
Lavamos bien las brevas, y las partimos por la mitad, si son muy grandes podemos hacerlo en cuartos. En un perol ponemos el azúcar con el aceite o la mantequilla y el Pedro Ximenez. Yo usé aceite de oliva virgen extra.
Calentamos un poco y echamos las brevas, con cuidado de que no se nos partan, sabéis que son muy delicadas, Dejamos que se caramelicen, primero lo hice por la parte mas carnosa para que así soltaran el jugo y luego les di la vuelta por la parte de la piel.
A continuación las echamos en el molde con sumo cuidado. Lo suyo es hacerlo directamente en el mismos recipiente que vayamos a meter en el horno. Si vemos que se nos queda mucha salsa, retiramos un poco para luego cuando la saquemos y le demos la vuelta se la podemos añadir por encima.
Una vez que tengamos las brevas caramelizadas en el molde, dejamos que enfríen un poco y le ponemos por encima la masa de hojaldre, la remetemos bien y la pinchamos con un tenedor para ayudar a sacar el vapor.
Metemos en el horno a 200 grados con calor arriba y abajo y dejamos unos 20 minutos o hasta que veamos que el hojaldre esté hecho.
Sacamos del horno y la volcamos sobre un plato, le añadimos la salsa que nos sobró y lista para comer, ya sabéis que esta tarta se puede comer templada y está riquísima.