Y creo que con el título de la receta os lo he dicho casi todo :)
La receta de hoy es de las menos complicadas que he hecho. Y sólo requiere algo de tiempo por la cocción, pero tardaréis menos de 5 minutos en prepararlas.
¿Os apuntáis?
El caso es que tenía masa quebrada en la nevera, y en la frutería he encontrado rúcula fresquita. Con eso y un poco de rulo de cabra, la combinación es difícil que falle, ¿no?
Bueno, aquí tengo que añadir que hoy tenía ganas de ponerme con una receta un poco cuca porque quería probar un objetivo nuevo que compré para la cámara. A ver si van saliendo mejores las fotos ahora… Yo prometo practicar para que se note :)
El resultado son unas tartaletas finas, crujientes y ligeras, con un ligero toque amargo por la rúcula, un poco salado por el rulo de cabra y con el dulzor del tomate. Rematado con un poco de aceite de oliva virgen extra para servir.
He aprovechado también para añadirle un toque picantito con un poco de la salsa brava que compartí hace un tiempo, y le ha ido muy bien.
Y ya puestos, os sugiero que las preparéis para tomar fuera, o como picoteo. Frías estaban muy buenas :)
Bueno, no me enrollo más.
Ingredientes para 4 tartaletas:
- 1 placa de masa quebrada o 250 gr de masa quebrada casera
- rúcula fresca
- rulo de cabra
- 8 tomatitos cherry
- 2 cucharadas de salsa brava casera
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Precalentamos el horno a 200ºC.
Sacamos la masa quebrada de la nevera unos 10 minutos antes de manipularla.
Preparamos los moldes para las tartaletas engrasándolos con un poco de aceite de oliva y un pincel o un papel de cocina.
Estiramos la masa quebrada para que quede bien finita, de unos 3 mm de grosor. El relleno casi no pesa, así que no se romperá :)
Rellenamos los moldes con la masa y cortamos los bordes pasando el rodillo por encima. Las llevaremos ahora a la nevera durante unos 5 minutos, mientras preparamos el resto de cosas.
En un bol ponemos la rúcula y la aliñamos con un poco de aceite de oliva y la salsa brava. Ahora cortamos los tomatitos, yo los he hecho en 4 partes, y troceamos el queso de cabra.
Cuando la masa esté fría las sacamos de la nevera y las pinchamos con un tenedor. Les ponemos ahora un poco de papel de horno encima y las rellenamos con algo para que no suban (yo utilizo unos granos de soja que reutilizo para estos fines, pero sirve cualquier legumbre) y las llevamos unos 8 minutos al horno.
Pasado este tiempo las sacamos del horno, les quitamos las legumbres y los papeles y las rellenamos, primero con un puñadito de la rúcula aliñada, después con el queso de cabra troceado y luego con los tomatitos. Ahora las llevaremos al horno unos 15 minutos más.
Y ya está. A la hora de servirlas les echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
¿Apetecen?
¡Que aproveche!