Es de estas recetas que cuando la descubrí me enamoré de ella y la preparé, fotografié y lleve a algunos eventos con éxito total, pero que se me ha quedado guardada y archivada. Hoy revisando y ordenado fotografías, la he visto y he decido presentárosla. Es un poco pesada de preparar pero el resultado es increíble.
Para unos 6 comensales
1 kg de cerdo, que puede ser, cabeza de lomo, Costilla, o mezcla de lomo y panceta, en trozos grandes
1 manita de cerdo, lavada y sin pelillos
Apio, puerro, nabo, un par de zanahorias, laurel y un par de clavos de olor
Un ramillete de albahaca fresca picada y mezclada con unos dientes de ajo muy picado y un poco de perejil
1 copa de vino blanco
Laurel, sal y Pimienta al gusto
Ponemos todo a cocer las carnes y las verduras, exceptuando la albahaca, perejil y ajos. A fuego lento, como unas 2 ó 3 horas y si es en olla exprés, pues 45 ó 50 minutos. Ponemos sal y pimienta negra al gusto junto con un par de hojas de laurel.
Nuestra copa de vino blanco y a cocer. Una vez finalizada la cocción rectificaremos si es necesario de sal y pimienta. Apagamos y dejamos reposar un poco las carnes escurridas del caldo restante. Este lo vamos a reducir, ya que este va a ser nuestra gelatina. Lo colamos y dejamos atemperar
Eliminamos la manita, que lo que ha hecho es dar sabor y gelatina, junto con el apio, etc. Troceamos la carne y en una terrina vamos a ir colocando una capa de carne desmenuzada con un poco del caldo/gelatina para que haga de emulgente.
Sobre esta capa, una de albahaca, perejil y ajo y así sucesivamente, añadiendo siempre una cucharadita de caldo/gelatina, hasta gastar el condumio. Entre capa y capa apretamos un poco con la cuchara para que vaya cogiendo consistencia. Tapamos con film transparente y a la nevera unas 3 ó 4 horas. Listo, cortar y servir esta preciosidad que además es una delicia
Muy, muy fácil, No puedo decir más que: seáis muy felices, si o si, no hay opción, así que lo dicho.