Pues si, cada vez que tenía que hacer un postre sólo con claras pensaba, venga Yolanda, con las yemas haré tocino de cielo, pero por una cosa o por otra nunca salía, hasta ahora, y la verdad es que el nombre es muy apropiado, el cielo es lo que tocas cuando lo comes.
Eso sí, una advertencia, este postre es solo apto para los muy, muy, pero que muy dulceros, os lo puedo asegurar.
Venga, vamos a por ella.
INGREDIENTES PARA EL TOCINO DE CIELO:6 yemas de huevo.
1 huevo entero.
125 ml de agua.
250 gr de azúcar.
INGREDIENTES PARA EL CARAMELO:
4 cucharas de azúcar.
2 cucharadas de agua.ELABORACIÓN:
Pondremos el agua con el azúcar (de los ingredientes para el tocino de cielo) a fuego muy lento, hasta que veamos que se forma un almíbar ligero (para comprobarlo con una cuchara cogemos un poquito y lo dejamos resbalar, cuando veáis que se queda la última gotita enganchada a la cuchara y le cuesta caer ya estará listo), sacamos del fuego y dejamos templar (es importante que esté templado si no cuando lo incorporemos al huevo podría cuajarlo y no es lo que queremos).
Ponemos las yemas y el huevo en un bol y batimos ligeramente (no nos interesa que se formen muchas burbujas de aire), iremos incorporando el almíbar que habíamos hecho anteriormente muy poco a poco, en forma de hilo, y seguiremos batiendo (recordad que poco). Reservamos.
Vamos a preparar el caramelo, pondremos el azúcar y el agua a fuego lento e iremos removiendo (con cuchara de palo sobretodo, que yo ya tuve una mala experiencia con el plástico), hasta que se haga el caramelo, es decir que veamos que toma un color marrón dorado. Sin esperar ni un momento lo incorporaremos a la base de los moldes donde vamos a poner la mezcla (si esperáis se endurecerá y no lo podréis trabajar).
Después de poner el caramelo en el molde incorporamos la mezcla de huevos que habíamos preparado anteriormente, pasada previamente por un colador fino para eliminar los restos de clara que pudiesen quedar.
Las medidas que os he dado me han servido para dos moldes pequeños rectangulares.
Los coceremos al horno al baño maría. Para ello en la misma bandeja del horno (si no tenéis bandeja profunda lo podéis hacer en un recipiente apto para el horno), pondremos agua bien caliente (si la ponemos caliente no nos tardará tanto en cocerse), tapamos los moldes con papel de aluminio y los ponemos en la bandeja, y los tendremos unos 30-40 minutos a 150º, hasta que al introducir un palillo este nos salga limpio (vamos como los bizcochos). El tiempo de cocción dependerá mucho del molde utilizado, cuanto más grande necesitaréis más tiempo.
Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Desmoldamos y listos para comer.
Pues ala, ya he cumplido una de mis tareas pendientes, y no sabéis como me alegro.
Y con esto me despido hasta el martes, con una nueva receta, espero veros detrás de la pantalla.
Un beso enorme a todas/os.