HABEMUS PAPAM.... y yo con éstos pelos...
Me está viniendo a la cabeza, el día que hice mi primera comunión, primera y última.
Yo iba monísimo de la muerte, con una rebequita de punto azul marino y unos pantalones cortos color champagne, rubio como el trigo, corte de pelo a la taza con un flequillo que casi me tapa los ojos y lo mejor de todo, MELLADO.
Ni se te ocurra sonreir ni abrir la boca, amenazó mi madre, que saldrás fatal en las fotos. Y es que con esa bocota que Dios me ha dao y sin dientes, parecía el "cuñao" enteramente.
Y llegó la hora de comulgar y en el preciso momento en que el cura se disponía a darme la hostia, aquí el menda dijo que "nanai de la china", como abra la boca el cura me da una hostia, pero es que mi madre me da dos, ya me lo ha advertido y menuda es. Monín, que hay más niños esperando, abre la boquita anda. No, no, decía yo moviendo la cabeza a un lado y a otro, el paparazzi ese no me saca una foto con la boca abierta, por la gloria de mi madre. El pobre cura, ante mi empecinamiento, terminó dándome la hostia en la mano, previo pellizco en la mejilla (con toda la mala hostia del mundo). 2 días me duró la marca en la cara....jajaja.
La torta pascualina es una torta salada originaria de Liguria (Italia), típica de Semana Santa, hecha con una masa de harina y aceite de oliva, mantequilla en éste caso (sin levadura) y rellena de espinacas, acelgas o alcachofas, cortadas muy finas y rehogadas, en éste caso con cebolla y queso, practicándose en el relleno dos huecos donde depositaremos dos huevos que quedarán duros durante la cocción.
Queda una torta riquísima, con una masa de aspecto y textura hojaldrada y un relleno de lo más sabroso.
Fuente: Aliter Dulcia.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
200 grs. de harina.
1 huevo tamaño "M".
30 grs. de mantequilla.
Agua. Se necesita muy poca cantidad, pero lo iremos viendo conforme amasamos.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
1/2 Kg. de espinacas cocidas y bien escurridas.
1/2 cebolla picadita.
400 grs. de queso mezcla de queso fresco y queso de cabra.
2 huevos.
Sal y aceite de oliva virgen extra.
1 huevo para pincelar.
PREPARACIÓN:
Comenzamos haciendo la masa y para ello, en un bol vertemos la harina y una pizca de sal. Hacemos un hueco en medio e introducimos la mantequilla en pomada y mezclamos con una cuchara de madera.
Batimos el huevo mezclado con un par de cucharadas de agua y lo incorporamos a la harina, mezclando bien los ingredientes hasta conseguir una masa manejable que se despegue de las manos. En este punto añadimos un poco más de agua si consideramos necesario. Dejamos reposar tapada durante 30 minutos.
Mientras reposa la masa, preparamos el relleno pochando la cebolla en un poco de aceite a fuego lento. Añadimos las espinacas cocidas y escurridas y rehogamos unos minutos, incorporando al final la mezcla de quesos desmenuzados. Reservamos.
Dividimos la masa en dos, dejando una parte más pequeña que la otra y que servirá de tapa de la torta.
Estiramos las masas y con la más grande forramos un molde adaptando la masa al mismo y rellenamos con la mezcla que teniamos reservada, haciendo dos huecos en la misma, donde cascaremos los huevos y los dispondremos en los huecos.
Tapamos con el resto de la masa que teniamos estirada, colocándola con cuidado encima del relleno.
Decoramos la tapa con retales de masa y practicamos unos cortes en la tapa para dejar salir el vapor producido durante la cocción.
Introducimos en el horno precalentado a 190º durante 45-50 minutos, o hasta que esté dorada.
Se puede servir templada o fria.