El mercado de la Boquería, en las Ramblas de Barcelona, no sólo es un polo de atracción turístico. Su dirección organiza de vez en cuando presentaciones y cursos para difundir la buena cocina. Recientemente, presentó la labor que hace la Mancomunidad Taula del Sènia, integrada por 27 pueblos de tres comunidades vecinas -Aragón, Catalunya y Valencia- que comparten un mismo territorio por donde discurre el río Sènia, y también una historia, cultura y costumbres comunes. Y, claro está, un mismo tipo de agricultura que se concreta en el cultivo de olivos que dan aceitunas de las variedades farga, morruda, sevillenca y empeltre. En lo que se conoce como territorio Sènia hay censados más de 4.500 olivos milenarios. De hecho, es la mayor concentración mundial de olivos milenarios cuyo aceite tuvimos ocasión de degustar en la Boquería. Pues bien, entre el amplio recetario editado por la Mancomunidad Taula del Sènia en donde el aceite es ingrediente estrella, nos llamó la atención una receta muy sencilla: la torta de anís; que nos inclinamos a creer tiene sus orígenes en la repostería árabe-judía. El anís, o "Pimpinella anisum", ¡qué nombre más sugerente!, es de uso común en muchos postres, pasteles y galletas. Si hacéis estas tortitas de anís tendréis un desayuno o una merienda exquisitos.
RECETA
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INGREDIENTES (para doce tortitas)
240 g de harina.
25 g de anís.
60 g de cerveza.
120 g de azúcar.
Anís verde.
Semillas de sésamo.
60 g de aceite de oliva virgen extra.
Sal (una pizca).
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PREPARACIÓN TRADICIONAL
En un bol mezclar el aceite, la cerveza, el anís líquido y un poco de sal.
Añadir la harina poco a poco. Amasar bien hasta conseguir una pasta homogénea.
Dividir la masa en porciones de 35 g y estirarla hasta conseguir un grosor de 2 mm.
Espolvorear con el anís verde, el sésamo y el azúcar. Pasar el rodillo por encima para que se pegue bien.
Precalentar el horno a 200º y meter entre 5 y 10 minutos, hasta que veamos el azúcar caramelizado.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
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PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Echar en el vaso el aceite, la cerveza, el anís líquido y un poco de sal y mezclar durante 15 segundos en velocidad 3.
Con la máquina en marcha a la misma velocidad ir añadiendo la harina poco a poco.
Amasar 2 minutos en velocidad espiga.
Dividir la masa en porciones de 35 g y estirarla hasta conseguir un grosor de 2 mm.
Espolvorear con el anís verde, el sésamo y el azúcar. Pasar el rodillo por encima para que se pegue bien.
Precalentar el horno a 200º y meter entre 5 y 10 minutos, hasta que veamos el azúcar caramelizado.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.