Esta receta me gusta especialmente porque es muy sencilla de hacer y está muy rica. Hay que hacerla un par de veces hasta que queda perfecta, porque sobretodo al principio es fácil que se quede la patata dura o que no cuaje bien, ¡o que se caiga al darle la vuelta!
Ingredientes:
- 3 patatas (una grande y dos pequeñas, éstas últimas más o menos del tamaño del puño de tu mano)
- 2 huevos
- 1/2 cebolla
- Sal
Receta:
- Lava las patatas, pélalas y pártelas en rodajas lo más fino posible.
Si no te apañas con el cuchillo para que queden finas, puedes partirlas con el pelapatatas, quedarán en tiras en vez de redondas, pero una vez hecha la tortilla, no se nota.
- Corta la cebolla en tiras finas.
- Calienta bastante aceite en la sartén (un dedo de altura más o menos) y pon a freír a fuego lento las patatas y la cebolla. Es mejor tardar un poco más pero así nos aseguramos de que no se van a quemar ni a pegarse a la sartén. Remover de vez en cuando.
- Echa un poco de sal a las patatas.
- Una vez que estén hechas las patatas y la cebolla, escúrrelas con una espumadera y échalas en un escurridor para quitar el máximo aceite posible y resérvalas.
- Bate en un bol los dos huevos, añade las patatas y la cebolla y vuelve a echar otro poco de sal. Remuévelo bien hasta que el huevo, la patata y la cebolla se unan.
- Calienta en una sartén un poco de aceite (yo suelo aprovechar parte del que he usado al hacer las patatas, el resto lo puedes colar en un colador y guardarlo para utilizarlo de nuevo).
- Vierte el contenido del bol en la sartén y, con ayuda de una espumadera, intenta alisar la superficie de arriba y los lados de la tortilla.
- Remueve la sartén de vez en cuando para que no se pegue la tortilla.
- Pon un plato encima de la sartén (que tenga mayor diámetro) y gira rápidamente la sartén para pasar la tortilla al plato. Escurre suavemente la tortilla de nuevo a la sartén por el otro lado y repite la operación.
*Truco: el tiempo que debes dejar la tortilla en la sartén depende de tu gusto, si la prefieres poco cuajada, debes dejarla poco tiempo, y si te gusta muy cuajada, déjalo más tiempo, ¡pero cuidado que no se te queme!
Bon appétit!