Que conste que no pretendo aburrir con el tema de "aprovechar los alimentos", así que no os sermonearé de nuevo sobre la conveniencia de hacerlo. Lo que quiero mostraros esta vez es una de esas recetas de aprovechamiento que nacen de nuestra imaginación a partir de lo que tenemos en la nevera y que necesita ser consumido cuanto antes.
Un trozo de pollo que había usado el día anterior para hacer un caldo del verduras (el pollo también lo podéis usar para hacer croquetas), unas zanahorias que empiezan a ponerse feuchas, un puerro, una cebolla y unos huevos. Todo esto, preparado en forma de tortilla, dio lugar a una cena de lo más completa y rica.
- 5 huevos M.
- 2 zanahorias.
- 150 gr. aproximadamente de pollo cocinado (pesado sin huesos).
- 1 puerro.
- 1 cebolla.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Picamos bien finito el puerro, las zanahorias y la cebolla. Lo ponemos a pochar en una sartén con aceite de oliva, con una pizca de sal, a fuego lento.
Mientras tanto haremos trocitos pequeños el pollo. Tened cuidado de no dejar ningún hueso pequeño que nos podamos encontrar después a la hora de comer la tortilla.
Cuando las verduras estén bien pochaditas y la zanahoria blandita, añadiremos el pollo y dejaremos que se cocine junto durante un par de minutos. Después lo retiraremos del fuego.
Batiremos los huevos y añadiremos una pizca de sal. Mezclaremos los huevos batidos con las verduras y el pollo.
Pondremos a calentar una sartén antiadherente engrasada con aceite de oliva, y verteremos en ella la mezcla de huevos, verduras y pollo. Dejaremos que se haga la tortilla por una lado durante unos dos minutos. Después le daremos la vuelta ayudándonos de un vuelve tortillas o de un plato grande. Y dejaremos que se cocine otros dos minutos por el otro lado. Repetiremos la operación de darle la vuelta una vez más si fuese necesario.
El punto de cocción de la tortilla dependerá de vuestros gustos. A mí personalmente me gusta que quede jugosa, pero a muchos de vosotros puede que os guste bien cuajada.
Cuando la tortilla esté lista sólo quedará servirla en un plato. Es conveniente no tomar la tortilla recién hecha, os recomiendo dejarla templar un poco para que los sabores se asienten.