¿Hay algún plato mas español que la tortilla de patatas? Según mi forma de verlo, creo que es el plato "typical spanish" por excelencia. Hay mil formas de prepararla, y cada uno en su casa tiene sus propios trucos y secretos que hacen de este plato una experiencia única, dependiendo de donde lo probemos: a unos les gusta muy hecha, a otros que este un poco cruda, las hay de espárragos, con pimientos, con cebolla... Como os decía, las posibilidades son enormes, pero ya no solo por los ingredientes que pueda llevar (aunque la patata no puede faltar en ninguna, por supuesto), sino también por la forma de realizarla. Lo normal es freír las patatas, pero a mi, mi madre me enseño una forma de hacerlo que es bastante mas limpia y con menos grasa, y es la que hoy os traigo.
En la publicación que tenéis ante vosotros, lo que vamos a hacer es variar un poco la presentación de dicho plato, añadiéndola a un guiso que la dará un plus de sabor que a mi me encanta. Es probable que muchos de vosotros no hayáis probado así la tortilla de patatas (Carmen por ejemplo, nunca la había probado hasta que se la preparé), pero a mi este plato me resulta muy familiar, ya que cuando era mas pequeño, mi madre solía hacerla con bastante asiduidad.
Es una forma de aprovechar una tortilla que hemos preparado unos días antes y que se nos ha quedado un poco seca, o para hacerla con los trozos que nos han sobrado del día anterior, o porque no, prepararla como una forma diferente para comernos una tortilla.
La receta de este plato la saque de la forma de prepararla de mi madre, a la cual la pedí la receta, pero que a última hora modifique, añadiendo o quitando algunas cosas que había visto en otras recetas por internet, y así formar un guiso nuevo, aunque con todo el sabor que recuerdo de mi niñez.
Ya vamos a empezar con este plato, que está básicamente dividido en dos partes: primero, os contare la forma de preparar la tortilla, y después daremos paso al guiso. Lo vamos dividir en dos porque para hacer este plato, no es necesario pasar por todos los pasos, ya que si ya sabéis preparar una tortilla de patatas, o si deseáis hacerla a vuestra manera, la podéis preparar como mas os guste e ir directamente a la forma de hacer el guiso. Y una vez indicado esto... tod@s con los delantales y a cocinar!
Ingredientes(3 personas):
Para la tortilla
4 patatas
8 huevos
1/2 cebolla
Aceite
Sal
Para el guiso
1/2 cebolla
1/2 pimiento verde
2 vasos de agua
2/3 de vaso de vino blanco
1/2 pastilla de caldo de pescado
1 diente de ajo
Perejil
1 cucharada de harina
1 cucharadita de pimentón dulce
Sal
Aceite
Preparación:
Tortilla
Pelaremos y cortaremos las patatas en finas rodajas que iremos echando en una fuente apta para microondas. Pelaremos y cortaremos la media cebolla en trozos pequeño y la echaremos igualmente en la fuente con la patata.
Echaremos un buen chorro de aceite y sal. Removemos para integrarlo todo bien.
Lo llevamos la microondas y lo ponemos 10 minutos a máxima potencia (taparlo con una tapa apta para microondas). Pasado el tiempo, lo sacaremos, removemos todo con cuidado de no quemarnos, y vamos partiendo un poco las patatas con un tenedor, de forma que no se queden trozos muy grandes de patata.
Volvemos a llevarlo al micro otros 6-7 minutos.
Las sacamos y si comprobamos que ya están tiernas, estarán en su punto. En caso de que veáis que siguen duras (aunque con esos tiempos suele ser suficiente), las meteremos un minuto o dos mas. Escurrimos las patatas del aceite y reservamos.
Batimos aparte los huevos y los echamos sal al gusto (aunque cuidado, ya que siempre es preferible que quede un poco sosa a que esté salada).
Verteremos las patatas en los huevos y mezclamos bien.
En una sarten con un poco de aceite (puede ser aceite del que os a sobrado de preparar las patatas), haremos la tortilla a fuego medio-alto (bajaremos un poco la potencia una vez tengamos el aceite caliente), dándola la vuelta con cuidado hasta que la tengamos a nuestro gusto. CONSEJO: con una paleta, iremos despegando los bordes de la tortilla, de forma que se nos quede con forma redondeada al final, y la primera vez que la demos la vuelta, pincharemos un poco la tortilla con un tenedor, para que se cocine mejor. Sacamos de la sarten y reservamos.
Para el guiso
Pelamos y partimos la 1/2 cebolla bien picadita. El pimiento lo lavamos, quitamos las semillas y lo partimos igualmente en trocitos pequeños. Reservamos.
En una sarten a fuego medio-bajo, pocharemos las dos verduras.
Cuando estén bien cocinadas y pochadas, retiramos la sarten del fuego y vertemos la cucharada de harina y el pimentón. Removemos unos momentos para que comiencen a cocinarse y tostarse y lo volvemos a llevar al fuego, vertiendo inmediatamente el vino, el agua y un majado de perejil y el ajo que habremos preparado antes en el mortero.
Deshacemos la 1/2 pastillas de caldo y la vertemos, dejando que hierva unos minutos para que todos los sabores se integren bien.
Pasamos la salsa con la batidora para que nos quede fina y volvemos a llevarla al fuego, probando y rectificando de sal en caso necesario.
Partiremos la tortilla en trozos y los introducimos en la salsa, dejando a fuego bajo que se cocine unos minutos todo junto. Daremos la vuelta a los trozos de tortilla para que se integre el sabor de la salsa en todos los trozos por completo. CONSEJO: Si la salsa os a quedado un poco liquida, o si la preferís mas espesa, la dejamos reposar unos minutos con el fuego apagado. Si fuera necesario, antes de servirlo, volveremos a llevarlo un poco al fuego para que vuelva a calentarse.
¿Que os ha parecido la receta? Tiene buena pinta, ¿verdad? Pues si os gusta como queda el plato, os va a encantar en cuanto lo probéis!
Un saludo a tod@s y buen provecho!