La receta de hoy me ha costado mi tiempo compartirla, y no es porque sea difícil (es la mar de fácil), sino porque siempre la hago a ojo y nunca me había parado a medir las cantidades.
La verdad es que nunca he usado ninguna receta externa para las tortitas. Sencillamente preparo una masa para crepes como la hacía mi abuela un poco más densa y, si no me da pereza, monto las claras a punto de nieve para darles más volumen. En este caso no van montadas, pero si lo hacéis, quedarán más gruesas y esponjosas.
Lo único que hay que tener en cuenta es servirlas bien calentitas, acabadas de hacer, y tendréis un desayuno delicioso. Y si queréis que os queden con una masa más suelta (tirando a bizcocho) usad huevos en lugar de solo claras como uso en esta receta.
Vamos allá.
Ingredientes para unas 10 tortitas (en una sartén pequeña para huevos fritos):
90 ml de claras de huevo pasteurizadas
1 y 1/2 tazas de harina floja
1 taza de leche
1/2 cucharadita de levadura química
1 cucharada de azúcar vainillado
mantequilla blanda para la sartén
Preparación:
1.- Batimos bien las claras con el azúcar vainillado y añadimos la leche con la harina y la levadura. Batimos bien con unas varillas. Tiene que quedar una mezcla lisa y de una densidad parecida a una bechamel clara.
2.- Ponemos la sartén a fuego medio y la pincelamos con un poco de mantequilla blanda. Si las vamos a preparar en una plancha o una sartén más grande, hacemos lo mismo.
3.- Dejamos que se caliente sin llegar a humear y vertemos un cucharón pequeño de la masa en la sartén procurando que cubra todo el fondo (si tiene la densidad adecuada eso pasará solo). Si lo hacemos en una plancha o sartén más grande, volcamos la masa con el cucharón sobre la superficie caliente sin mover el cucharón. Se formará un círculo de masa sin dificultad.
4.- Dejamos hasta que veamos que se han formado unas burbujitas en la masa y la parte superior deja de brillar por la humedad. Si tenemos el fuego demasiado fuerte la masa se habrá tostado antes de que se haya “secado” la parte superior, por lo que tendremos que bajar la intensidad del fuego. Le damos entonces la vuelta a la tortita y la dejamos un poco más hasta que se haya dorado un poco.
5.- Las reservamos apiladas unas sobre otras y tapadas (por ejemplo, entre dos platos hondos) para que permanezcan calientes hasta que las vayamos a servir.
Y ya en la mesa…
Las podemos acompañar de mermelada, miel, sirope, mantequilla, unas gotas de limón y azúcar, etc. Probad.
Espero que os guste.
¡Que aproveche!