La trucha es una opción magnífica para comer pescado a buen precio. Las podéis encontrar durante todo el año en las pescaderías, procedentes de piscifactorias, en piezas de entre 300 y 500 gramos, que es lo que se considera una ración.
Si buscáis truchas de río, en época de pesca, ya es un plato extraordinario, mucho más caro, pero de un sabor impresionante.
Ingredientes para 4 personas:
1 trucha de ración por persona (más o menos grande según comensal)
Lonchas de jamón serrano
2 cebollas
Aceite de oliva virgen extra
Perejil fresco picado
Ajos
Sal fina (al gusto)
Preparación:
Pediremos al pescadero que nos de las truchas ya limpias, sin tripas. Opcionalmente, pedirle o no que nos quite la cabeza, según prefiramos.
Revisar en casa que la trucha está bien limpia, sin restos de sangre ni vísceras. Muy importante lavarlas muy bien por fuera, para retirarles la capa gelatinosa que tienen. Secamos con papel absorbente, salamos y reservamos.
En una sartén saltear un poco la cebolla cortada en aros cortados finos. Cuando esté un poco pochada pasarla a la fuente donde vayamos a colocar el pescado. Reservar.
Precalentamos el horno a 200º.
Introducimos una o dos lonchas de jamón serrano, según el tamaño, procurando que encaje bien.
Ponemos las truchas en la bandeja de horno, sobre las cebollas. Ponemos un poquito de aceite de oliva sobre las truchas e introducimos en el horno, en la bandeja central.
Horneamos entre 15 a 25 minutos dependiendo del tamaño de las truchas y la potencia del horno. En cuanto se ven tostadas por encima ya están listas para retirar.
Habremos preparado en un mortero una salsa verde a base de aceite de oliva, ajo y perejil que tiraremos por encima de la trucha en el momento de servir.
Se pueden servir también unas patatas fritas como guarnición.
Como veis, la receta es muy sencilla y no lleva mucho tiempo prepararla. ¡ANIMAOS!