Uno de los preconceptos más comunes que podemos encontrar cuando hablamos de cocina, es aquel que lleva a muchos a creer que comer saludable no puede ser sabroso.
Además de común, se trata de una creencia errónea, porque existen numerosos ingredientes, así como una gran cantidad de recetas que puedes combinar para preparar platos con gusto.
Aquí contaremos acerca de algunos trucos y consejos que no te vendrán nada mal si quieres empezar a probar diferentes alternativas para no dejar de alimentarte de forma saludable.
Saludable no significa complicado
Hay muchas asociaciones que a menudo se hacen entre la cocina saludable y lo complicado o aburrido. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, las comidas preelaboradas se han convertido en un recurso habitual para salir del apuro, además de que se tiene la idea de que comer sano sólo significa acudir a las ensaladas.Iniciativas recientes como las de cookify.kitchen abogan por una cocina más elaborada y creativa a la par que saludable, intentando romper el mito de que la cocina sana es aburrida para el paladar. Además, muchos de los platos se pueden realizar de manera sencilla y sin tener que recurrir necesariamente a una gran cantidad de ingredientes.
Para poder comer saludable puedes reemplazar una gran cantidad de alimentos que habitualmente consumes: preparar tu propio pan en vez de comprar uno ya preparado, elaborar la masa de las pizzas con alternativas para la harina (como la zanahoria o la calabaza), y sacar provecho de los muchísimos ingredientes que tienes a disposición para aplicar toda tu creatividad.
Una de las primeras claves de comer saludable está en el uso de alimentos frescos, y por supuesto, caseros. Por eso, seguir recetas te será de mucha ayuda para poder conocer más acerca de cómo utilizar los ingredientes, qué medidas son las más adecuadas, etcétera.
Las verduras no son aburridas
Así como comer saludable no significa sólo comer ensaladas, hacer uso de las verduras no significa que las comidas vayan a ser aburridas.Hay una gran variedad de verduras que puedes utilizar para preparar tus recetas, y algunas de ellas son más comunes en determinadas estaciones, por lo que las encontrarás con mayor frecuencia dependiendo del período del año en el que te encuentres.
Aún así, tampoco es necesario siempre hacer uso de vegetales demasiado exóticos para poder preparar una rica comida. De hecho, también puedes preparar una deliciosa entrada con tan sólo unas zanahorias y un aguacate.
Las zanahorias son una gran alternativa para las patatas fritas, y sin lugar a dudas, una opción mucho más saludable que no implica el consumo de aceite ni grasa.
Además, también es importante contemplar que las verduras siempre pueden formar parte de cualquier plato, en mayor o menor medida. Un buen acompañamiento con vegetales le dará a la receta la base saludable necesaria para contar con todos los nutrientes.
Cambiar los aceites
Para determinadas comidas, es posible que necesites hacer uso del aceite, pero aún así, puedes escoger alternativas a las habituales. El aceite de oliva virgen, por ejemplo, es una opción más saludable y, por supuesto, es importante que sepas en qué medida utilizarlo.Ésta puede variar según cada receta, por lo que podrás regirte según este parámetro. Otra buena opción es utilizar los caldos en agua, especialmente para la preparación de carnes blancas.
Reemplazar el uso de las sales
La sal es un complemento muy común en la cocina tradicional, aunque lo cierto es que no es de lo más saludable, especialmente en cantidades abundantes. Por eso, lo ideal es usar poca sal o sacar provecho de otras opciones, como la sal marina.Las sales naturales, al igual que cualquier ingrediente de origen 100% natural, siempre serán una gran adición para comer saludable.