Los que han tenido oportunidad de ver nuestras fotos (desde Tortas de Papel) e incluso ver algunas de nuestras recetas, ya han notado que lo que deseamos es volver un poco nuestras miradas a la cocina y a aquellas épocas en que todo lo que comíamos era producido por la tierra o por las manos de las abuelas que nos deleitaban con sus comidas, sabores que por otro lado nunca podrán ser superados jamás... o alguien ha probado un guisado tan bueno como el de la abuela o de la mamá? Seguro que no, puesto que la comida también tiene una carga emocional importante que crea un vínculo (temporal o duradero) entre el que la prepara con el que la recibe o por lo menos así era antes, en aquellos tiempos donde cocinar significaba algo y ni que decir de comer juntos en la mesa.
En los corres corres de estos tiempos donde la practicidad de un paquete le ha ganado incluso a nuestra confianza de saber lo que realmente estamos comiendo o peor, lo que le estamos dando de comer a nuestros hijos, no solo estamos poniendo en riesgo nuestra salud si no la salud misma de nuestro planeta (y créanme que en esto me encantaría extenderme, pero quiero dejar tema para otro artículo), nosotras, dos locas soñadoras, queremos hacer un alto, mirar atrás y "volver a lo básico", volver a darle valor a la comida que preparamos, a cada ingredientes que utilizamos, volver a estar sentados en la mesa disfrutando una buena comida que aunque a veces no esté tan buena (y que lo digan mis hijos) sabemos de donde viene, con que está hecha y sobre todo como está preparada... con mucho amor. Y si a eso le sumamos que utilizamos ingredientes mucho más nutritivos y por supuesto más saludables, pues amigos la hicimos!.
Con Tortas de Papel queremos hacer de esto nuestra filosofía "volver a lo básico" y extender esto a todas las áreas de nuestra casa y de nuestra vida, eso poco a poco lo vamos a hacer, obviamente con aciertos y desaciertos, y lo queremos compartir con todo aquel que quiera entrar en nuestra "onda", porque aunque estoy segura que no "todo tiempo pasado fue mejor", por lo menos sí siento que eramos más felices y definitivamente el arroz de plátano que me hacía mi abuela Maria, que adoro, era un motivo para estar feliz.
Así que están todos invitados a ésta nueva onda VOLVER A LO BÁSICO, y con ese nombre sí que se me ocurren cosas, que se te ocurre a ti?