Hay muchas tradiciones y costumbres rodeando a estos bollitos. Hay quienes dicen que hay que hay que guardar uno de la primera hornada y colgarlo en la cocina como método de prevención de incendios durante todo el año y para asegurarte de que todos los panes saldrían bien horneados. Al año siguiente lo cambias por otro. ¿Qué os parece?
Otra tradición apunta que hay que besar la cruz antes de comerlo, para que la suerte te acompañe durante todo el año. Pero sin embargo, la más bonita es que si se comparte con un amigo se asegura así la amistad durante todo el año siguiente. La verdad es que cuando los tienes delante es difícil decidir qué hacer con ellos: comértelo entero o compartirlo.
Como os he dicho, son un dulce típico de la Semana Santa, de hecho se dice que la cruz representa la crucifixión, aunque algunos apuntan que esto no es verdad. En los países anglosajones, sin embargo, se pueden encontrar durante todo el año, aunque es en estas fechas cuando las bakeries se inundan del olor de los especiados Hot Cross Buns recién horneados.
Ahora os dejo con la receta. Es muy sencilla, solo tenéis que respetar los tiempos de levado, ¡solo así podréis disfrutar de unos deliciosos Hot Cross Buns! ¡Espero que os guste!
Hot Cross Buns
Dificultad: Fácil
Tiempo horneado: 15-20 mins (aprox)
Raciones: 16
Etiqueta: Aperitivo Dulce, Pascua
Adapatación: El rincón de Bea
300 ml de leche + 5 cucharadas
Una cucharadita de vainilla en pasta
50 gr de mantequilla
550-600 gr de harina de fuerza + 70 gr
75 gr de azúcar
7 gr de levadura de panadero o seca
Una cucharadita de sal
Un huevo L + otro huevo
Ralladura de una naranja
35 gr de pasas
35 gr de pepitas de chocolate
Una cucharadita de canela
Media cucharadita de jengibre
Media cucharadita de nuez moscada
3 cucharadas de mermelada de albaricoque
- Colocamos los 300 ml leche con la vainilla a fuego alto. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y añadimos la mantequilla. Revolvemos bien para que se funda y se mezcle bien. Reservamos hasta que se quede tibia.
- En el bol del batidor colocamos 500 gr de harina, la levadura y el azúcar. Colocamos el bol en el batidor, colocando el gancho. Queremos amasar así que es la mejor. Si tenéis varillas eléctricas seguro que tenéis varillas amasadoras, usad esas.
- Comenzamos a batir a velocidad baja y vamos añadiendo la leche tibia poco a poco. Batimos bien, hasta que la masa se vaya despegando de las paredes.
- Añadimos un huevo batido con la sal.
- Si vemos que se queda muy pegajosa podemos ir añadiendo cucharadas de harina, pero es mejor que tengáis paciencia y que se amase bien.
- Enharinamos ligeramente una superficie de trabajo, sacamos la masa del amasador y la amasamos cinco minutos con las manos enharinadas.
- Echamos una pizca de aceite en un bol y lo extendemos bien por todas las paredes. Metemos la masa y la cubrimos con papel film. Dejamos que leve durante una hora, hasta que haya doblado su volumen.
- Pasado este tiempo, añadimos las pasas, las pepitas de chocolate, la canela, la nuez moscada, la naranja y el jengibre y amasamos bien para que se distribuya todo bien.
- Volvemos a meterla en el bol y la cubrirla con papel film. Dejamos levar una hora más.
- Pasado el tiempo, enharinaremos ligeramente la encimera e iremos haciendo bolas de unos 65 gr cada una. Da más o menos para unas 16 bolas. Las colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Dejamos una separación de varios centímetros.
- Cubrimos la bandeja con papel film pero no lo prestéis mucho, tienen que levar durante una hora más. Tranquilos, es la última vez.
- Precalentamos el horno a 190ºC.
- Batimos el otro huevo y le añadimos dos cucharadas de agua. Lo mezclamos bien y pincelamos cada bollito.
- En un bol colocamos los 70 gr de harina e iremos incorporando las cucharadas de leche, una a una, revolviendo bien hasta crear una pasta consistente pero no seca. La colocamos en una manga pastelera a la que le cortaremos la punta. No os paséis, si es muy grande no quedará bonito.
- Vamos haciendo cruces en cada uno de los bollos.
- Horneamos durante 15-20 minutos o hasta que estén bien doraditos.
- Sacamos la bandeja del horno y dejamos enfriar un poco.
- Mientras, en un vaso colocamos la mermelada de albaricoque y dos cucharadas de agua y lo derretimos-calentamos en el microhondas. Pincelamos cada uno de los bollitos.
¡A disfrutar!
- Bea recomienda guardarlos en una lata metálica.
- Las cruces no me gustaban muy llamativas y les añadí una pizca de extracto de vainilla para oscurecerlas.
- Podéis añadir/quitar las especias, obviamente, son totalmente optativas... ¡pero están tan ricos así!