Aprovechando que me nacen acelgas, sin sembrarlas, en unas macetas grandes que tengo en casa, se me ocurrió adulterar la receta que nos muestra en Cookpad “Mar”, se trata de sus “Acelgas con tomate y huevo al vapor”.
Receta original:
http://cookpad.com/es/recetas/7637543-acelgas-con-tomate-y-huevo-al-vapor
Ingredientes (2 personas):
1 manojo de acelgas
1 blíster de beicon a daditos
2 huevos
1 brik de tomate frito pequeño
3 dientes de ajos
1 cebolla
Aceite de oliva
Preparación:
Lavamos bien las acelgas para asegurarnos que no llevan tierra, ni bichitos.
Aunque se pueden hervir introduciéndolas en agua hirviendo hasta que estén tiernas, yo opte por cocerlas en un hervidor de vapor, que además así aprovecho para cocer otros ingredientes para futuras recetas.
Una vez cocidas las acelgas (unos 30 minutos), escurrimos y reservamos.
Colocamos una olla con agua en el fuego y llevamos a ebullición, para preparar unos huevos poché.
Cortamos la cebolla en juliana, pelamos y fileteamos los ajos.
En una sartén amplia, calentamos un generoso chorro de aceite.
Freímos en dicho aceite la cebolla y los ajos.
Cuando la cebolla cambie de color añadimos los daditos de beicon.
Damos unas vueltas y agregamos el brick de tomate frito.
Dejamos integrarse sabores unos 5 minutos y añadimos las acelgas escurridas y troceadas.
Removemos y dejamos cinco minutos más, hasta que se evapore el agua del tomate.
Aunque los huevos poché se realizan haciendo un torbellino en el agua hirviendo y se vierte directamente el huevo en el agua, yo suelo realizarlos de otra forma.
Cortamos dos cuadraditos de plástico de cocina, colocamos el plástico en el interior de un vaso, aceitamos el plástico con un chorrito de aceite, añadimos el huevo y unimos las cuatro puntas del plástico antes de introducir el huevo en el agua hirviendo.
Colocamos el huevo envuelto en plástico en el agua y repetimos la operación con el otro huevo.
Dejar cocer hasta que cuaje la clara (unos 3 minutos).
Solo resta repartir el contenido de la sartén entre dos platos y colocar un huevo en el centro de cada plato, retirándole el plástico con cuidado de no romperlo, ni quemarse.
Servir caliente.