Andaba ojeando una revista de cocina cuando vi esta receta e inmediatamente pensé que sería una forma diferente de utilizar las acelgas tiernas que tengo en el huerto.
Imaginaros, se rompe con el tenedor la masa crujiente de empanada y a continuación se mezcla con las acelgas ligeramente perfumadas con el ajo y el pimentón. El huevo semi crudo prevalece por encima de todos los sabores. El puntillo lo da el tropezón de beicon...
Ingredientes para 4 personas
3/4 de Kg de acelgas muy tiernas
2 lonchas de beicon
4 huevos muy frescos
1 paquete de masa para empanadas (o Brisa)
2 ajos secos
1 cucharadita rasa de pimentón dulce
Mezcla de pimientas en grano
Mantequilla
Sal
Harina de trigo
Aceite de oliva
En primer lugar debemos preparar las acelgas porque deben estar bien escurridas para hacer el sofrito.
Lavar y cortar las acelgas en juliana. Escaldar en agua y sal dos minutos. Escurrir y reservar.
Encender el horno a 200º
Untar los moldes para tartaletas con un poco de mantequilla.
Poner un puñadito de harina en el mármol de cocina y extender la masa un poco. Cortar cuatro redondeles del tamaño de los moldes y forrar estos. Cortar otros cuatro redondeles de papel sulfurizado para horno y cubrir la base de la masa. Añadir peso encima para que no se levante al cocer (garbanzos o judías secas servirán).
Cocer en el horno unos 25 minutos o hasta que estén doradas. Dejar enfriar sobre una superficie fría. Se desmoldan con facilidad, solo hay que moverlos un poco. Tener cuidado porque son algo frágiles y si caen mal se romperán.
Ahora si vamos a hacer el sofrito porque las acelgas ya habrán perdido gran parte de su humedad.
Calentar aceite de oliva y sofreír los ajos a láminas hasta que tengan un bonito color dorado. Retirar y reservar. En el mismo aceite sofreír el beicon cortado a tiras finas. También hay que reservarlo para añadir al final.
Poner un poco más de aceite en la sartén, si hace falta. Cuando el aceite esté caliente, pero fuera del fuego, echar la cucharadita rasa de pimentón y remover. Lo hacemos fuera del fuego para que el pimentón no se queme y amargue.
Y ahora ya si echamos las acelgas. Añadir sal, si hace falta, y mezclar. Calentar todo unos instantes. Condimentar con el ajo y el beicon.
Mientras tanto habremos puesto agua a hervir en un cazo grande. Cuando esté en plena ebullición introducir en el agua los cuatro huevos. Si no tenéis el colador especial para sacar los huevos duros del agua (también sirve para introducirlos en ella), poner el huevo en una cuchara sopera y lo dejáis en el agua con cuidado para que no se rompa. Así uno tras otro...
Solo deben hervir cuatro minutos escasos, ni uno más.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción de los huevos, escurrir del agua caliente e introducirlos en agua fría para poder quitar la cáscara con facilidad.
A continuación debemos montar las tartaletas. Unas buenas cucharadas de relleno de acelgas y el huevo poché encima condimentado con un toque de pimienta negra, blanca y roja, previamente machacada en el mortero...Le hacéis el corte en un lateral para que el huevo se desparrame sobre la verdura.
¡Y a disfrutar!