Recuerdo que hace años de vez en cuando compraba albóndigas a la jardinera en conserva, de una famosa marca. ¡Estaban muy buenas!
De eso han pasado unos veinte años y hasta la fecha nunca más probé estas albóndigas.
Hace unos días, estando en la terraza de un bar acompañada de mi marido, la pareja que estaba sentada a nuestro lado pidió albóndigas. Al salir el camarero con el plato, enseguida nos vino el recuerdo de las famosas albóndigas que comprábamos recién casados, olían exactamente igual.
Me dije que las tenía que hacer caseras ya que siempre que hago albóndigas de carne, recurro a la receta de mi abuela Jacinta:
Ese mismo día compré los ingredientes necesarios y al día siguiente me dispuse a hacer "a mi manera" unas albóndigas a la jardinera.
Si has probado las albóndigas a la jardinera envasadas, ya te digo desde ahora, que su sabor y olor, no se parece en nada a las mías.
Si decides comer unas sabrosas albóndigas a la jardinera caseras, con su caldo de verduras casero, y las verduritas recién cortadas y frescas, acompañadas de unas ricas setas, entonces no dejes de probar estas albóndigas.
Personalmente me sorprendieron muy gratamente, ya que para ser la primera vez que las elaboraba, me quedaron muy sabrosas. Nos encantaron.
Las acompañé de arroz jazmín y conseguí un plato completo y delicioso.
Ya las he hecho dos veces.
PARA 25/30 ALBÓNDIGAS:
250 gr. de carne picada de cerdo
250 gr. de carne picada de pavo
1 huevo L
75 ml. de leche
1 patata mediana cortada en dados
1 rebanada de miga de pan (de hogaza, pagés)
1 zanahoria grande cortada en rodajas finas (100 gr. peso neto)
180 gr. de guisantes frescos
75 ml. de vino blanco
500 ml. "Caldo de verduras casero"
150 gr. de cebolla cortada en dados + 150 gr. (media cebolla rallada para añadir a la carne picada) Peso neto, cebolla limpia
25 gr. de setas (peso deshidratadas)
sal: 2 cucharaditas rasas para la carne picada + 1 para la salsa+una pizca para salpimentar las patatas y la zanahoria
pimienta de jamaica, o negra o blanca para la carne y las verduras
2 cucharadas de harina rasas
aceite: 1/2 cucharada para freír los dientes de ajo + 5 cucharadas de aceite para freír las albóndigas.
4 dientes de ajo cortados en dados + 2 dientes de ajo laminados
Siempre tengo caldo casero vegetal congelado. Lo descongelé la noche anterior dentro del refrigerador.
Si no dispones de caldo casero, puedes comprarlo o hacerlo con unas horas de antelación.
Pon la patata pelada en un bol con agua fría para que suelte el exceso de almidón. Reserva.
Lamina finamente la zanahoria y salpimenta. Reserva.
Corta en dados 4 dientes de ajo. Reserva.
Pon la miga de pan libre de corteza en un bol con la leche. Reserva.
Pon a hidratar las setas cubriéndolas con agua. Reserva.
En un bol grande: Añade la carne picada, la cebolla rallada, 2 cucharaditas de sal, la miga de pan empapada en leche (bien escurrida), 4 dientes de ajo (previamente fritos y cortados en cuadrados pequeños), por último 1 huevo.
Salpimenta y mezcla bien hasta integrar los ingredientes.
Unta las manos de aceite y empieza a formar las albóndigas. Si tienes guantes aptos para uso alimentario, lo harás sin problema y sin necesidad de tener que utilizar aceite para formar las bolitas.
Añade harina a un bol grande e incorpora las bolitas, de cuatro en cuatro. Espolvorea las albóndigas para que suelten la harina sobrante y ponlas sobre una bandeja donde habrás puesto film transparente para evitar que se peguen al plato.
En una sartén grande:
Añade 5 cucharadas de aceite de oliva y calienta hasta que tome una temperatura apta para freír las albóndigas. ¡Con cuidado de que no sea demasiado elevada y se llegue a quemar el aceite!
Cuando estén doradas, retira a una bandeja donde habrás puesto papel absorbente para que suelten el aceite sobrante. No hace falta que se hagan mucho.
Retira la patata del bol y seca con papel absorbente. Corta en pequeños dados y salpimenta. Reserva.
Aparte en una cazuela o perol grande:
Fríe 2 dientes ajos laminados, 1 cebolla cortada en dados y las setas. Saltea. Cuando estén bien rehogados, incorpora la patata, la zanahoria y los guisantes. Sigue rehogando unos minutos.
Seguidamente, añade el vino blanco y continúa rehogando unos minutos junto con el resto de ingredientes hasta que se evapore el alcohol. A continuación, incorpora 2 cucharadas rasas de harina y fríe bien, con cuidado de no quemar la harina.
Por último, cubre las albóndigas con 500 ml. de caldo de verduras casero y rectifica de sal (yo le puse 1 cucharadita más de sal porque el caldo base no lleva incorporada sal).
Tapa la cazuela o perol con una tapadera y cocina a fuego suave, en vitrocerámica (4 de 9) 20 MINUTOS. Pasado este tiempo, prueba las verduras y si hiciera falta, remueve las verduras y deja a fuego suave más tiempo. Con cuidado de que no se pegue a la cazuela.
Puedes acompañar las albóndigas con arroz jazmín hervido. (opcional).
De un día para otro tomarán más sabor, aunque yo las comí en el mismo día y quedaron muy sabrosas, deliciosas.
Estoy muy contenta con el resultado.
Las puedes congelar en un táper pero sin la patata.
Fuente: este post proviene de Blog de lostelaresdesil, donde puedes consultar el contenido original.
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