Las albóndigas son típicas de Suecia o, al menos, son las más populares. No obstante, no hay nada con un buen plato de albóndigas en salsa española. ¿Queréis saber cómo se preparan? Pues os lo cuento todo a continuación.
Esta receta es la típica de las abuelas, que pasan de generación en generación y que rompe un poco con la receta habitual de albóndigas con tomate. Sinceramente, a mí me gustan más así, en una salsa que la complemente. Con el tomate, siempre me da la sensación de que tapa más el sabor de la carne.
INGREDIENTES:
Albóndigas (pueden ser de cerdo, pollo, ternera o lo que queráis).
Un vaso de vino blanco.
2 vasos de caldo.
Una cebolla.
Aceite.
Pan rallado/ harina.
1º. Hacemos las albóndigas o las compramos ya hechas. Luego las rebozamos en pan rallado, aunque también podéis usar harina. Esto es un poco al gusto. Además, a la vez, iremos cortando la cebolla en juliana. Es decir, en tiras.
2º. Después, ponemos las albóndigas sobre abundante aceite en una olla y dejamos que se doren por todos lados. Una vez hechas, las retiramos de la olla y con ese mismo aceite, ya usado, haremos la salsa española.
3º. Vertemos la cebolla para que se poche. Después, vertemos el vaso de vino blanco y dejamos que hierva para que se consuma el alcohol. Finalmente echamos los dos vasos de caldo y las albóndigas y dejamos que se cocine, hasta que la salsa quede reducida a más de la mitad.
Tened en cuenta, que si la salsa se os queda muy líquida, podéis espesarla con un poco de harina. Así obtendréis una textura mucho más agradable para una salsa.
Aunque yo haya usado cebolla, la salsa española no la lleva. Pero como me encanta, lo he echado en este plato con las albóndigas.
El resultado final es un plato riquísimo y un orgullo por dentro de decir: “como voy mejorando día a día en la cocina”. ¡JAJAJAJA! Si no me echo flores yo, nadie lo hace. ¡JAJAJAJA!