Bien, aquí estamos nuevamente. Hoy tenemos unas albóndigas suecas. Son muy parecidas a las nuestras, pero tienen un puntito agridulce en sus ingredientes que le dan un sabor diferente. Podemos comerlas metidas en salsa, solas, mojándolas en una salsa de queso. En fin, como quieras
Para 6 personas necesitaríamos:
1 kg de carne de ternera picada con un trozo de tocino, como 150 gramos.
Sal y pimienta blanca al gusto, así son los suecos, pimienta blanca
2 rebanadas de pan de molde mojados en leche
2 huevos
2 cucharadas de harina de garbanzo para ligar la carne
1 cebolla cortada finita y sofrita en aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de salsa de soja y otra de salsa inglesa
Pan rallado para freírlas
Aceite de oliva para freír
Para la salsa blanca
2 cebollas muy picaditas, 1 cucharada de harina
2 dientes de ajo en láminas
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 nuez de mantequilla
1 copa de vino blanco
1 hoja de apio
2 vasos de caldo de ave
1 cucharada de mostaza de Dijón
Sal y pimienta blanca al gusto
Pues nada empezamos preparando la masa de carne. Rehogamos la cebolla muy despacito, con un poco de sal, en aceite de oliva virgen extra. Cuando estén empezando a dorar, apartamos, escurrimos y añadimos a la carne.
Escurrimos las rebanadas de pan, tras haberlas tenido en leche y añadimos junto con los huevos, las especias, las salsas, la harina de garbanzo, la sal y la pimienta. Dejamos reposar en la nevera una hora. Pasado este tiempo, hacemos las bolas con las manos húmedas y las pasamos por pan rallado.
Mientras reposaba la carne, sofreímos los ajos en aceite de oliva, a fuego suave y cuando empiecen a dar olor, ponemos la cebolla y el apio muy picados los dos con un poco de sal. Rehogamos hasta que la cebolla esté tierna. Añadimos la harina y la removemos unos segundos. Pondremos el vino unos 30 ó 40 segundo, para eliminar el alcohol y luego añadimos la mostaza y el caldo. Dejamos reducir hasta obtener una salsa espesita y pasamos por la batidora.
Ahora en aceite de oliva caliente, pero a fuego medio, freímos las albóndigas, metiéndolas en la salsa tras escurrirlas. No las queremos muy hechas, solo, que queden firmes. Cuando estén todas en la salsa, las metemos en el horno a unos 120-140ºC, durante media hora. Cuando estén listas, le añadimos la mantequilla para que la salsa quede brillante.
La podemos presentar, con un poco de guindilla fresca cortada finita y para darle un punto agridulce, le podemos poner unas cebolletas encurtidas con unas aceitunas negras de Aragón.
Pues nada, Besos a todas y a todos, una sonrisa y a luchar por ser felices. Hasta pronto