Pero me encantan también cocinadas de cualquier manera...en ensalada como la ensalada templada de alcachofas habitas y queso, con hojaldre o masa brisa como la quiché de alcachofas y carne, con marisco como las alcachofas con navajas, con carne como un rico pollo con alcachofas....y como no, con arroz en la rica paella!!
Después de que las últimas recetas publicadas hayan sido todas dulces, creo que ya tocaba una salada, además, ha llegado el momento de empezar con recetas más saludables para quitarnos algún que otro kilito, que seguro hemos ganado con las fiestas.
Las alcachofas rehogadas son una receta sencilla y sabrosa, pero sobre todo es sana y baja en calorías. La alcachofa tiene muy pocas calorías y regula el nivel de colesterol; nos proporciona una cocina sana, variada y equilibrada, como toda la dieta mediterránea.
En Castellón tenemos una de las mejores alcachofas de España y además tiene Denominación de Origen...."La alcachofa de Benicarló"
Esta alcachofa destaca por su forma chata, compacta, y por su peculiar hoyuelo, el agujero que tiene en la parte alta de las hojas.
Para poder disfrutar de todo su sabor, la alcachofa tiene que consumirse fresca, y debe tener las hojas flexibles y estar muy apretadas.
Cuando vayas a limpiar las alcachofas, es mejor que te pongas unos guantes finos de silicona porque manchan la piel de las manos y luego cuesta de quitar.
Ingredientes:
1Kg. de alcachofas. (por supuesto de Benicarló)
200g. de guisantes o habitas congelados o frescos.
150g. de jamón serrano, en taquitos.
Aceite de oliva virgen.
1 limón.
1 cucharadita de harina.
Un chorrito de vino blanco.
Sal.
Modo de hacerlo:
Quita las hojas exteriores de las alcachofas.
Corta la parte de arriba dejando sólo el corazón de la alcachofa.
Pela y corta un trocito del rabo, a mi me gusta dejarlo siempre, pero si lo prefieres puedes cortarlo todo.
Corta las alcachofas por la mitad y frota cada trozo con limón. Ponlos en un bol con agua y el limón troceado para que no se oxiden y se hagan negros.
Tira el agua del remojo y pasa las alcachofas a una cazuela con agua, sal, trozos de limón y perejil. Cuece a fuego medio durante unos 15 minutos, no las hiervas más tiempo que luego volverán a cocer y es mejor que queden algo duras.
Corta el jamón en taquitos y rehoga en una sartén con un poco de aceite.
Cuando el jamón haya cambiado de color, añade los guisantes y dales unas vueltas con cuidado.
Añade la harina y remueve para que pierda su sabor.
Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol, añade un vasito del caldo de cocción de las alcachofas, remueve y deja que cueza un par de minutos.
En una cazuela de barro pon los trozos de alcachofas directamente del agua de cocción sin colarlas.
Echa por encima de las alcachofas la mezcla de jamón y guisantes, prueba de sal y añade si hiciera falta.
Deja que se cueza todo junto a fuego lento, para que se mezclen los sabores, si ves que le hace falta, puedes añadir algo más de caldo.
Sirve recién hecho.
Las alcachofas rehogadas con jamón son muy sencillas de hacer, y es un plato perfecto para una comida o cena ligera.
Espero que te guste.