Además de bocado gourmet, la alcachofa es una botica andante, remedio natural para casi todo. Para no aburrir, y por si no estáis al caso, citamos lo más importante: actúa como tónico y protector del hígado y favorece la función biliar, ayudando a la digestión de las grasas y a reducir los niveles de colesterol; tiene efecto diurético, favorece la eliminación de líquidos del cuerpo; baja en calorías y con un alto contenido en fibra; indicada también en dietas para diabéticos, ... , en fin no hay excusa, hay que darle a la alcachofa.
Ingredientes
6 alcachofas
sal
pimienta negra
aceite de oliva
Preparación
Precalentar el horno a 250ºC.
Limpiar las alcachofas y cortar los tallos. Consejo: no tirarlos, limpios y pelados se pueden aprovechar en una crema de verduras por ejemplo.
Coger la alcachofa por la base y golpear la punta sobre la tabla de cortar, así se abre un poco la parte central y podemos aderezarla mejor.
Colocarlas de pie en una bandeja de horno. Aliñarlas con un poco de sal, pimienta negra recién molida y un chorro de aceite de oliva.
Introducir en el horno y cocer a 200ºC entre 45 minutos y 60 minutos, dependiendo del horno y del tamaño. Un indicador de que están listas: al arrancar una de las hojas del centro de la alcachofa, se desprende sin romperse del corazón, con la parte blanca en su sitio.
Pueden servirse como entrante, o como guarnición de un plato principal.
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