Y como 25 de mayo que es, para celebrar el Día del Orgullo Friki no hay nada mejor (aparte de los cosplays o el visionado de películas como Star Wars) que preparar algo dulce.
La solución ha venido gracias a mi hermano, que me regaló en Navidades "La cocina de Star Wars", una serie de recetas inspiradas en esta hexalogía de ciencia ficción que se ha convertido en todo un culto.
El gran pro del libro es que incluye tres cortadores con la forma de R2-D2, Yoda y Darth Vader... Aunque las recetas son más apropiadas para niños o frikis que no se saben freír un huevo, porque son bastante sencillitas. Pero vamos, la gracia, la tiene.
Esta es la primera que pruebo de este libro, y me ha gustado bastante por lo original y por el nombre.
Realmente me recuerda al crumble, pero con una capa intermedia de mermelada. A pesar que siempre me han parecido muy vistosas y apetecibles, nunca había probado a hacer barritas de cereales, y no será por falta de recetas, porque la red está llena de ellas. Quizá ahora que las he probado me anime a hacerlas más a menudo.
Además, si las haces con críos se lo pasarán en grande, porque la mezcla se puede (y se debe!) hacer con las manos.
Suponen un desayuno o merienda ideales, son saciantes y muy fáciles de llevar.
Aquí te paso la receta para un molde de 20x20 cm (en el libro especifica uno de 20x30 cm, pero el mío es así!). Quedarán las capas más gorditas, si usas un molde más largo quedarán más finas y también se cocinará antes, aparte de quedar más presentables; las mías han quedado un poco como ladrillos, jejeje.
- 250g de mantequilla fundida
- 300g de copos de avena
- 200g de azúcar morena
- 200g de azúcar blanca
- 420g de harina de trigo
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de impulsor químico
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 300g de mermelada de albaricoque
Precalienta el horno a 180ºC, con ambas resistencias.
Cubre un molde rectangular con papel de horno o papel de aluminio y engrásalo ligeramente.
En un bol grandote, mezcla todos los ingredientes con una cuchara de madera o con las zarpas, por qué no... se mezcla mucho mejor! Verás que tiene un aspecto como de arena de río, si aprietas la mezcla conserva la forma pero enseguida se desmigaja.
Cubre la base del molde con la mitad de la mezcla. apretando bien con los dedos para crear una capa uniforme y reparte por encima la mermelada. Reparte el resto de la mezcla, ahora con mucho cuidado porque puede salir disparada la mermelada si aprietas demasiado. Asegúrate de que los bordes están bien cubiertos y la superficie es firme, que al hornear puede abrirse y salir la mermelada.
Hornea unos 45 minutos, hasta que la superficie esté doradita y crujiente.
Deja enfriar dentro del molde y cuando esté frío del todo, corta cuadrados o rectángulos con un cuchillo bien afilado. Como la parte de arriba está menos prieta, he conseguido que no se desmigaje poniéndola bocaabajo y cortando desde la base.
Ah... y por si no sabías quién es el Almirante Ackbar.