Otros nombres conocidos: Arbequín, Arbequí, Harbequín, Oliva del Manglot, Oliva de Borjas, Blancal.
Grandes zonas de cultivo: Lérida y Tarragona (Cataluña), Zaragoza, Teruel y Huesca (Aragón)
Origen: Palestina
Su origen es anterior a lo encontrado históricamente que nos dice que es de Arbeca, Lérida en Cataluña o en Mallorca, de dónde también se supone su origen. Quizá su nombre actual si lo sea, ya que en el siglo XVII, el Duque de Medinaceli fue quien la introdujo a España y durante su estancia en el palacio de Arbeca deja unas plantas, a raíz de esto, el Señor de Arbeca, plantó esta variedad en su castillo y es posible que de ahí venga el nombre, más el origen de la planta no, los estudios lo sitúan en la actual Palestina.
Su cultivo en España es mayoritariamente en la zona norte o más bien el noreste de la península, particularmente con una gran presencia en las provincia de Lérida y Tarragona en Cataluña y con las Denominaciones de Origen de Les Garrigues y Siurana, en Zaragoza, Teruel y Huesca amparados bajo la Denominación de Origen del Bajo Aragón, así también en menor cantidad en Navarra, bajo el paraguas de la D.O.P. Aceite de Navarra, todos con aceites de mucha calidad. En Andalucía se está incrementando el cultivo de esta variedad día a día, al igual que en La Rioja y también en las Islas Canarias, Es la variedad con mayor crecimiento en la última década en España. con un crecimiento de unas 4 mil Ha. Por año. Fuera de Europa, podemos encontrar cultivos reconocidos de Arbequina en países como Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos o Australia.
Es una variedad apreciada por su precocidad en la maduración, su elevada producción y su alto contenido de aceite, hasta un 20,5% en sus pequeñas bayas, esto las coloca en los primeros lugares de rendimiento en grasa y producción de aceite de oliva para su extracción, aunque claramente por debajo de la Picual. Además, es una variedad que soporta muy bien el frío y la salinidad, quizás por eso en su mayoría se afinca en zonas más frías como el norte de la península, un clima que lo lleva muy bien y que otras variedades podrían sufrir más en estas condiciones.
Las Arbequinas más pequeñas son usadas para la elaboración de aceitunas de mesa. Se puede cultivar en árbol o en setos y su planta es de floración media, es más bien pequeña y no posee mucha masa foliar, esto nos permite plantar una gran cantidad de plantas por hectárea, hasta 2 mil plantas por Ha. Y como ya dijimos, a pesar de tener un fruto pequeño, de los más pequeños que hay en la península ibérica, pesa solo uno o dos gramos, pero porcentualmente este es muy productivo, alcanza su madurez cuando el fruto oscurece o se pone negro y es una de las primeras variedades en ser recogidas durante la temporada.
El aceite
Su principal particularidad es su aroma frutado y fresco, su recuerdos a fruta madura o puré de frutas, el plátano o la manzana predominan para dar paso al recuerdo de frutos secos, en el que predominan las notas de almendras que le dan su mayor rasgo y personalidad, sobre todo si estos aceites son virgen extra. Otro sello de identidad importante cuando probamos aceites de esta variedad es su casi nulo o inexistente amargor respecto a otras variedades, así como el picor, prácticamente cero en esta oliva, es incluso es algo dulce, con una boca sutil, son delicados y muy armoniosos.
Tanto su ataque como su paso de boca son muy finos y aterciopelados, distinguiendo la nobleza y elegancia de esta variedad. La Arbequina produce aceites de excelente calidad, ideales para que la disfruten los no iniciados y para degustar en crudo, aunque también es usado y con gran resultado para ensamblar con otras variedades como la Picual, Hojibalnca, Cornicabra… Úsalo en crudo para ensaladas de tomate, con frutas o frutos secos, para terminar tus platos de pescados, carnes, aves, para ligar tus cremas de verduras, salsas o solo con pan hasta chuparte los nudillos.