En el grupo de Cocina Typical Spanish nos tocan dos comunidades Autónomas que celebran su día grande (el día de la Comunidad Autónoma) en el mes de Octubre: la Comunitat Valenciana y el País Vasco. Si quieres saber las normas del reto pincha en el logo que está a continuación:
Naturalmente, siendo de Valencia tengo bastantes recetas en el blog de la Comunitat Valenciana pero también es verdad que me quedan muchas recetas (de las habituales) que me faltan por tener en el blog. Por eso me he acordado de esta receta. Os cuento. El arroz al horno es muy muy típico de la Comunitat Valenciana, aunque también hay variantes dependiendo de las zonas… incluso hay algunos arroces al horno con costra, con caldo o con agua… etcétera. Mi madre siempre la había hecho con caldo, con morcilla, costillitas de cerdo… una delicia y yo también empecé a hacerlo así. Lo tengo en el blog AQUÍ.
Muy rico. Sin embargo, cuando empecé a comer de vez en cuando en casa de mi suegra Maruja descubrí un arroz al horno light. Y es light porque no lleva nada de nada: sólo patatas, garbanzos, ajos y tomate. Nada de carne. Nada de grasa. ¿Y esto está bueno? Pues tengo que decir que a mí me encanta. Parece mentira que no llevando nada que le de “sustancia” quede tan bueno… y, para vuestra información, en mi casa se hace este arroz habitualmente una vez a la semana… y hago la versión light de mi suegra.
Además este plato aguanta muy bien de un día para otro, incluso yo creo que mejora su sabor.
INGREDIENTES (4 personas)
- Un chorro de aceite de oliva
- 1 cabeza de ajos
- 2 o 3 patatas medianas (en mi casa gusta con mucha patata)
- Un bote de garbanzos cocidos pequeño
- 400 gr de arroz redondo
- 750 mililitros de agua, es decir el doble de agua que de arroz aunque yo le pongo un poco menos porque me gusta que el arroz se “note”
- Media cucharadita de colorante
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
- 1 tomate para sofreír y 2 tomates para poner enteros
- sal
ELABORACIÓN
- Suelta los dientes de ajo de la cabeza, pero no los peles, déjalos con la última piel.
- Lava y pela la patata. Córtala a rodajas no muy finas.
- Pela y pica el tomate para el sofrito.
- Saca los garbanzos del bote y lávalos.
- Coloca la sartén o la cazuela de barro (Como yo tengo vitrocerámica, hago todo el sofrito en una sartén. Si no tienes vitro puedes ejecutar todo el arroz en la cazuela de barro) sobre el fuego, con el aceite de oliva.
Cuando esté caliente vierte los dientes de ajo.
Cuando estén bastante tostados, sácalos de la sartén y reserva. Añade la patata cortada a rodajas, añade sal y sofríe.
En el momento veas que comienzan a dorarse cuanto a penas, sácala a un plato. Reserva.
- Mientras pon a calentar el agua con el colorante, un poco de sal, en un cazo
y enciende el horno a 180ºC. Pon un poco la cazuela de barro para que no esté totalmente fría cuando añadamos todos los ingredientes.
- Seguimos con el trabajo en la sartén: pon el tomate a sofreír,
y cuando tenga la textura de una mermelada, añade los otros dos tomates, partidos por la mitad. Se dejan un par de minutos y se sacan de la sartén Añade el pimentón, da un par de vueltas y añade los garbanzos, dale un par de vueltas y añade el arroz.
Dale un par de vueltas todo junto para que se mezclen los sabores.
Pasa todo a la cazuela de barro. Añade la patata, los tomates de adorno partidos por la mitad y los ajos esparcidos
- Incorpora ahora el agua hirviendo. Este es un truco importante. El agua tiene que estar super-caliente, hirviendo.
- Introduce en el horno precalentado a 180ºC y hornea unos 25 minutos, a media altura, hasta que el arroz haya absorbido todo el caldo (comprueba pinchando con un palillo de madera) y comience a tostarse por encima.
Mi opinión: ¿Cómo es posible que un arroz con ingredientes tan sencillos resulte tan rico? Pues es posible.