Os hablo de las plantas comestibles.
Que curioso verdad??, algo tan hermoso, tan lleno de color, que igualmente decora nuestro salón, como enriquece el plato más sofisticado para el paladar más sibarita.
Son diferentes culturas, las que utilizan las flores frescas para sus platos.
Es el ejemplo de la planta lilácea, utilizada en diferentes platos orientales, o los pétalos de rosa para los platos que elaboran los indios asiáticos, mientras que la cultura italiana e hispana utilizan las flores de calabaza.
Al igual que condimentamos nuestros platos con hierbas frescas y aromáticas, las flores frescas darán un toque diferente y original a nuestra mesa.
Las flores son vegetales naturales que contienen nutrientes muy valiosos para nuestra salud.
-El Diente de León contiene propiedades antioxidantes, flavonoides, y beta carotenos ( cuatro veces más que el brócoli).
Contienen ácido fólico, riboflavina, piroxidina, niacina y vitaminas E y C.
-Las violetas contienen rutina, un fitoquímico con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que ayudan a fortalecer las paredes capilares.
-Los pétalos de rosa contienen bioflavonoides y antioxidantes, vitaminas A, B3, C y E.
-Las capuchinas contienen licopeno, eficaz contro el cácer y luteína, un carotenoide que se enuentra en frutas y vegetales que indispensable para la salud ocular.
-La lavanda contienen vitamina A, calcio y hierro, y se dice que es buena para el sistema nervioso central.
-Las flores de cebollino (la flor púrpura de la hierba del cebollino), contiene vitamina C, hierro, azufre y es utilizada para ayudar a reforzar los niveles saludables de la presión arterial.
Y así una lista innumerable de flores y beneficios.
Las flores son muy perecederas, por lo que, su consumo debe ser inmendiato.
Si por el contrario, no es posible consumirla en el acto, una forma de conservación será, colocarlas con mucho cuidado entre toallas de papel húmedas, envolviéndolas en plástico o en un recipiente hermético y al frigorífico.
Cuando vayais a consumirlas, se deben enjuagar con agua y secarlas con mucho cuidado (por lo general, los pétalos son lo que se comen).
Se pueden consumir crudas o en ensalada, las más populares serían el diente de león, capuchinas y la primavera.
Cada flor, tiene un sabor particular y único, por ejemplo el bálsamo de abeja tiene un gusto muy parecido al orégano, los claveles su sabor es parecido al clavo y la caléndula, tambíen nombrada como "el azafrán de los pobres" tiene un sabor similar al azafrán.
Se pueden encontrar en tiendas de alimentos gourmet, en mercados de agricultores y tiendas especializadas.
Aunque si teneis la suerte de poder cultivarlas en vuestro hogar mejor que mejor!!!
No todas las plantas son comestibles.
Y mucho menos las que nos encontramos en parques y jardines públicos, ya que estos están tratados con pesticidas y productos químicos.
Al igual hay flores que son venenosas, como Dafne, dedalera, narciso, jacinto....que nunca deben utilizarse para fines culinarios.
Cuidado igualmente los alérgicos al polen, deben siempre consultar con un experto en el área, antes de intentar saborear estos manjares, no siempre actos para nuestro consumo.
Un abrazo y hasta pronto!!!