Ya llegan las tardes de lluvia, las chaquetillas, las noches más largas... Y para endulzar un poco las tardes y hacer más llevadera la transición del calorcito al fresquito, podemos preparar este bizcocho para merendar, con el que acompañar un té, un café o un chocolatillo, que ya pegan :D
La receta no lleva harina de ningún tipo, y tiene un altísimo contenido en fibra, porque básicamente está hecho de salvado. Así que recomiendo no abusar por muy rico que te salga. Pero no te preocupes, porque además es muy saciante, así que es perfecto para matar el gusanillo de algo dulce que nos entra después de la siesta.
Ingredientes:
110 gr. de salvado de avena
25 gr. de salvado de trigo (si lo quieres sin gluten, sustituye por 4 cucharadas soperas de salvado de avena)
80 gr. de leche en polvo (yo uso desnatada)
1/2 sobre de levadura química o polvo para hornear (dos cucharaditas sin colmo)
175 gr. de boniato asado (también conocido como batata)
3 huevos
Un yogur natural (aunque no sale en la foto, hay que ponerlo)
Una cucharada sopera de esencia de vainilla (opcional)
Edulcorante: Yo utilizo una cucharadita de stevia líquida. Si tú usas otro edulcorante, ten en cuenta el poder endulzante de cada uno. De cada marca es necesaria una cantidad, atent@ a eso.
Antes de empezar asegúrate de tener en la cocina una batidora, un cuenco para mezclar los ingredientes, unas varillas y un molde para hornear (yo uso uno redondo de silicona de 24 cm).
Preparación:
Precalienta el horno a 200 ºC.
En un cuenco, bate los huevos, el boniato, el yogur, la esencia de vainilla y el edulcorante, hasta conseguir una mezcla homogénea y cremosa.
Añade a la mezcla resultante la leche en polvo y bate de nuevo.
Con ayuda de las varillas, integra el salvado de avena, el salvado de trigo y la levadura. En este punto se hace complicado usar la batidora porque la mezcla es muy espesa y cuesta mucho batirlo. Así que mejor, usa las varillas.
Vierte la mezcla en tu molde y extiende homogéneamente.
Baja la temperatura del horno a 170 ºC y hornea durante 50 minutos.
Pasado el tiempo, con ayuda de una puntilla, un cuchillo o un palillo, pincha el centro. Y si sale limpio, retira del horno y deja enfriar un poco antes de desmoldar.