Así que, como se hace todo del tirón en el horno, al margen del abrillantado final, he llamado a este plato “Bizcocho de manzana”.
Es sencillo de hacer y el resultado es una delicia.
Ingredientes:
160 gr. de azúcar.
3 huevos.
150 ml. de aceite de girasol.
180 gr. de harina.
Pizca de sal.
1/2 sobre de levadura química.
1 cucharadita de canela.
50 ml. de leche.
3 manzanas golden.
1/2 limón.
Mantequilla y harina para el molde.
Mermelada aligerada para pintar.
Empezamos poniendo en un bol amplio los huevos, el aceite y el azúcar y batiendo hasta que la masa obtenida blanquee.
Añadimos después la harina, la levadura química y una pizca de sal. Integramos bien todos los ingredientes ayudándonos de una cuchara de madera, unas varillas o el utensilio que mejor nos venga.
Agregamos al conjunto la leche, una cucharadita de canela y removemos.
Pelamos una manzana y la rallamos con la parte más grande del rallador. Rociamos la manzana rallada con unas gotas de limón y la incorporamos a la mezcla de huevos y harina que ya tenemos en el bol. Añadimos también la ralladura de 1/2 limón y mezclamos de nuevo todos los ingredientes hasta que la mezcla esté bien homogeneizada.
Embadurnamos el molde que vayamos a usar, primero con mantequilla y luego con harina, y vertemos la mezcla en él. Le damos unos golpecitos suaves al recipiente contra la mesa, para intentar que no queden burbujas gordas, y decoramos la masa por encima con las láminas que habremos hecho con las otras dos manzanas. Podemos dejarles la piel o quitársela, como más os guste.
Lo introducimos en el horno a 170 º C durante 60 minutos. Cada horno es distinto y os recomiendo que, a partir de los 40 minutos, reviséis regularmente la evolución del bizcocho e incluso lo pinchéis con un palillo para ver si está ya seco en el centro.
Hacemos un aligerado de una buena mermelada de melocotón o de naranja amarga con unas cucharadas de agua y pintamos con el bizcocho al sacarlo del horno.
Esperar a desmoldar hasta que el bizcocho esté a temperatura ambiente.