Estoy en mi tierrina, donde pasé la mayor parte de mi vida. Siempre escuché que "no se es de donde se nace, es de donde se pace" y nunca me gustó. Pero después de años viviendo por los mundos... se echa de menos este lugar que me acogió con sus cielos grises y mantos verdes. Y en estos días me reconcilié con esta ciudad, Oviedo, que tanto transité... y rápidamente se acaba, porque es pequeñina y en dos zancadas se caes por el otro lado. Pero también es coqueta, y ye afayadiza.
Este bizcochín nace en honor de esta tierra, tierra de manzanas y de su zumo, fermentación mediante, la sidra. No pasé yo horas allende los mares suspirando por un culín de sidra. Las parótidas me picaban solo de pensar en su ácido sabor. Y es que la sidra, en encanta... desde que era pequeñita. Cuando era pequeña no entendía por qué me daban tan poca sidra, pero agradezco que me hayan dado. Creo que a día de hoy no dan sidra a los niños pequeños, pero no debía yo tener ni cinco años y recuerdo alzar la mano para que me dieran un culín de sidra... lo que no recuerdo es si pillé alguna cogorza... que creo que no. Menos mal que estos hechos prescribieron porque mis padres estarían al borde del calabozo o de la custodia de menores... si las autoridades se enteraran de eso. Pues muy agradecida estoy yo de aquellos momentos en los que corría, mano en alto, en pos del vasu sidra bien finu y grande.
Pues bien de la cornisa cantábrica es este bizcochín con sidra, manzanas y nueces. Y es una delicia porque queda muy jugosín, la verdad. Tampoco hay problema con la sidra, pues con el calor del horno se evapora todo el alcohol... pero, si quieres, puedes acompañarlo en la merienda con un culín de sidra y ¡gloria bendita! Se nota que está llegando la hora de la merienda y ya mis papilas gustativas empiezan a excitarse. Ufff... un suplicio porque ya se terminó el bizcocho. Y es que el proceso de subida de posts es laboriosa y dura más o menos tiempo. En este caso... ya no hay bizcocho, hace tiempo que se terminó. Bueno, tocará ponerse con las manos en la masa y al horno con otro!!!!
Ingredientes:
Para el Topping:
3 manzanas grandes con piel, en gajos y sin semillas
1 1/2 cucharadas de canela
1 1/4 tazas de azúcar
Para la Masa:
1 3/4 tazas de harina
1 taza de harina integral
1 cucharada de levadura en polvo
1 cucharada de canela molida
1 taza de aceite suave
1 taza de azúcar moreno
1 manzana pelada y picada en trocitos
1/4 taza de sidra (o zumo de manzana)
4 huevos
1/2 taza de nueces
Preparación:
Disponemos las manzanas en un bol grande y espolvoreamos la canela y el azúcar.
Dejamos reposar.
En un bol mezclamos la harina, levadura en polvo, levadura en polvo, canela.
En otro bol batimos las claras de los huevos a punto de nieve. Añadimos lentamente el
azúcar. Después las yemas y el aceite. Por último añadimos la sidra. Mezclamos bien.
Añadimos la mezcla anterior a la mezcla de harina hasta que quede homogénea.
Por último añadimos las nueces y las manzanas picadas. Lo echamos en un molde alargado
o de bundt y cubrimos generosamente con las manzanas en gajos (han de estar muy juntos
porque después de la cocción merman su tamaño).
Metemos en el horno precalentado a 180º C (calor abajo), durante 60 minutos o hasta que al pinchar un palillo salga limpio.
Pues espera un poco a que enfríe... o no esperes, qué narices, y acompáñalo con café, chocolate, sidra o un licorcito!!!! :)