Lo mismo me pasa con las librerías y los recetarios de cocina. Me podría tirar horas curioseando por las estanterías y hojeando libros. De hecho, siempre que viajo a otros países me reservo una tarde para ir a alguna librería y pasar allí un buen rato intentando encontrar libros de cocina local y si encima son baratos puedo traerme la maleta llena, ¡tengo un peligro!.
Uno de los sitios que más me gustan por sus excelentes librerías y su gran variedad es Italia (entre otras muchas cosas, claro) y de allí me traje hace muchos años un libro maravilloso sobre menús para invitados. Lo habré ojeado millones de veces y hasta tengo señaladas las recetas que me gustan, una de ellas es un bizcocho salado en el que me he inspirado para hacer la receta de hoy y que por muy increíble que parezca no había tenido ocasión de hacer hasta ahora, así que espero que aunque tarde, os guste la receta. Os dejo con ella.
BIZCOCHO DE TOMATES SECOS,
QUESO DE CABRA Y ALBAHACA
3 huevos; 150 grs de harina; 6 cucharadas de aceite;
1 sobre de impulsor o levadura química; 1 lata de tomates secos en aceite;
1 trozo de queso de rulo de cabra; 10 hojas de albahaca fresca;
Sal; Pimienta Negra recién molida; Sésamo Tostado para decorar.
Batimos los huevos en un bol. Añadimos la harina y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea. Añadimos la levadura y volvemos a mezclar bien.
Escurrimos los tomates secos reservando el aceite y los troceamos. Quitamos los bordes del queso y lo troceamos también. Lavamos y secamos la albahaca y la partimos en trocitos no demasiado pequeños. Añadimos todo a la masa y removemos muy bien para que se mezcle todo. En este momento añadimos el aceite (yo he usado el de los propios tomates) y salpimientamos. Os recomiendo probar antes de salpimentar porque el queso de cabra y los tomates secos son bastante salados.
Vertemos la mezcla en un molde de plum cake y metemos al horno precalentado a 180º durante 35-40 minutos aproximadamente.
Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar. Cuando aún está caliente, pintamos la parte superior con un poquito de aceite de oliva y espolvoreamos con sésamo tostado para decorar y darle un toquecito crujiente.
Como veis es una receta rápida y sencilla ideal para servir como aperitivo en estas fiestas que se aproximan. También podéis usar las rebanadas como base para canapés o para servir algún tipo de paté, e incluso podéis sustituir el pan por esta delicia y darle un toque original a vuestra comida o cena.
Además, podéis elegir la combinación de ingredientes que más os guste, jamón york y queso, salmón y espárragos... Sólo hay que echarle imaginación.
¡Hasta el próximo post!
Fuente: este post proviene de A teacher in the kitchen, donde puedes consultar el contenido original.
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