Cuando le era imposible concentrarse en aquella lectura. Y eso que todas sus esperanzas estaban en aquellas palabras
Su esperanza, su futuro
Había esperado tanto para aquello. Cada hora libre. Mañana, tarde y noche, durante dos años
Sin darse un respiro. Con una única meta en la cabeza. Y con un final que llegaría el próximo fin de semana
Dos años de esfuerzo titánico para jugárselo todo en pocas horas
Estaba segura de su preparación, pero había otros factores a tener en cuenta
En este país, en el que te obligaban a reinventarse a los cincuenta años. En el que, un buen día te quedabas en paro, con una mano delante y otra detrás. Desamparada y sin respiración
En este país, don de en vez de palabras de aliento, lo que te decían, desde arriba, era que habías abusado y vivido por encima de tus posibilidades
Donde el amiguismo primaba por encima de las cualificaciones
En este país, debía tener claro que entraban en juego "otros factores"
No podía limitarse a aprobar, debía ser la mejor
Y a una semana de los exámenes, eso era lo que la tenía preocupada y lo que le había despertado todos los miedos de golpe
Se presentaban miles de personas. Entre ellas, la gran mayoría, acostumbradas a estudiar y con niveles de preparación muy altos
Ella, en el momento de decidir prepararse para aquellas oposiciones dos años atrás, debía seguir con su vida
Sus hijos, su casa y aquel trabajo en el supermercado a jornada partida, con un sueldo miserable
Nadie le ahorraba un paso. Tenía que estar presente para todos
Así que llevaba dos años arañando horas al día y a la noche. Fines de semana, sus días de libranza, sus vacaciones
Y ahora, a una semana de los exámenes, la realidad se le venía encima en forma de pánico
Cualquiera le diría que estaba más que preparada. Pero ella sabía que hay factores que te pueden arruinar la vida
Ella, la secretaria eficiente, la empleada perfecta, mano derecha de su jefe, la imprescindible, con treinta años dándolo todo, la que creía que se jubilaría con honores en aquella misma empresa, la que había perdido su trabajo, su casa y su marido. Esa misma mujer sabía que su vida podía retorcerse en mil nudos
La mujer, que había pasado de vestir traje y tacones, a llevar aquel uniforme con gorrito incluido, intuía que su esfuerzo poco valía si otros decidían por ella. Si sus intereses no coincidían con los de arriba entonces ¡Ay!
Y ese Ay, era el que le atenazaba el alma
PD Relato inspirado por Sílvia Yébenes
INGREDIENTES
5 cucharadas de coñac
La ralladura de una naranja
Arándanos
Pasas
Orejones
230 g de mantequilla
230 g de azúcar
115 g de azúcar moreno
5 huevos
250 g de harina
13 g de levadura
1 pizca de sal
Jengibre en polvo
Nuez moscada
Cardamomo
Canela
Pimienta blanca
Pistachos
Miel
Para el glaseado
Azúcar moreno
Azúcar glas
Leche
Miel
ELABORACIÓN
En un bol poner el coñac
Añadir un puñado de pasas, un puñado de arándanos y orejones cortados a trocitos
Añadir la ralladura de la naranja
Dejar macerar mientras preparamos la masa
Batir la mantequilla blanda con los dos tipos de azúcar
Batir mucho
Añadir los huevos uno a uno
Preparar la harina con la pizca de sal y la levadura
Añadir una pizca de jengibre, nuez moscada, pimienta blanca y cardamomo
Añadir una cucharada de canela
Añadir esta mezcla a la masa anterior
Mezclar a mano
Añadir un poco de miel
Añadir un puñado de pistachos en trozos
Añadir el macerado de pasas
Mezclar
Precalentar el horno 5 arriba y abajo a 180º
Verter la masa en un molde alargado revestido de papel de horno
Entre 40-45 de horneado
Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla
Para hacer el glaseado
Mezclar en un bol una cucharada de azúcar moreno, un chorretón de leche, una cucharadita de miel e ir añadiendo azúcar glas
Remover hasta conseguir un glaseado a vuestro gusto y sabor
Verter el glaseado por encima del bizcocho
Receta adaptada de Aliter Dulcia en Instagram
Consejos de La Farsa
*En la cantidad de frutos secos pongo un puñado porque la cantidad será siempre al gusto de cada uno
*La pizca de las especias es haciendo pinza con dos dedos y será la cantidad que resulte
*La cantidad de miel depende también de vosotros
*Con el glaseado ocurre lo mismo. Todo es un poco a ojo, mezclando los ingredientes indicados
*En mi horno, a los 20 de horneado, tuve que tapar el bizcocho con papel de horno porque se estaba tostando demasiado y proseguí el resto de la cocción tapado