Ingredientes para cuatro personas
750 gr de brócoli
100 gr de jamón picado
Una cebolla mediana
500 cl de leche
3 cucharadas de harina
1/2 cucharadita de cominos
Nuez moscada
Sal
Perejil
Aceite de Oliva
Separamos los ramilletes del brócoli y los hacemos al vapor (según recomendación de quienes de esto entienden, para evitar la pérdida de los valores nutritivos) durante unos ocho o diez minutos.
Retiramos del fuego y los colocamos en una fuente de horno. Reservamos.
En una sartén ponemos un par de cucharadas de aceite a fuego bajo y pochamos la cebolla pelada y cortada en brunoise (juliana fina.) Cuando ya esté, escurrimos el exceso de aceite, añadimos la harina, removiendo bien, y dejamos que se haga durante unos minutos para que pierda el sabor a crudo pero cuidando que no se queme.
Vamos agregando la leche, removiendo siempre para que no se hagan grumos; la cantidad de leche dependerá de la consistencia que deseemos para la bechamel. En este caso deberá quedar ligera pero no demasiado líquida.
Añadimos el jamón picado, salamos con cuidado (recuerde que el jamón ya lleva sal) y mezclamos bien.
Finalmente añadimos el perejil finamente picado, las especias (los cominos bien triturados y la nuez moscada recién rallada) removemos bien y volcamos nuestra bechamel sobre los ramilletes de brócoli.
Llevamos al horno que tendremos precalentado a unos 180º, y dejamos unos diez minutos, pasados los cuales gratinamos hasta que la bechamel coja un bonito color tostado, pero sin permitir que se queme.
Servir inmediatamente.