La receta la vi en Watevabakes y únicamente suprimí el clavo y la nuez moscada porque en casa no creo que hubiera tenido mucho éxito con ambas especias. La masa resultante era bastante líquida, estoy acostumbrada a que la mayoría de los bundt tienen una masa muy densa y este era todo lo contrario así que no me atreví a ponerle los 100gr de nueces, pensé que se irían al fondo. Le puse un puñadito picado y otro de pepitas de chocolate, pero una vez visto como estas se han repartido creo que la próxima vez si se lo voy a poner.
El puré de calabaza puedes comprarlo preparado o hacerlo en casa. Yo tenía calabaza de sobra así que opté por prepararlo. Para hacerlo así la calabaza en la crock pot durante 3 horas en alta. La trituré con ayuda de un pisapatatas y la escurrí todo lo que pude. De ahí saqué los 400gr que necesitaba el bizcocho.
Ingredientes;
250 gr de aceite de oliva suave o girasol
300 gr de azúcar
4 huevos
250 gr de harina
400 gr de puré de calabaza
1 cucharadita y media de bicarbonato sódico
2 cucharaditas de canela
1 pizca de sal
1 puñado de nueces picadas y pepitas de chocolate
Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen.
Tamizamos la harina con la sal, la canela y el bicarbonato.
Sin dejar de batir añadimos el aceite poco a poco a la mezcla de huevos y azúcar.
Añadimos a la mezcla anterior el puré de calabaza y seguimos mezclando.
Empezamos a incorporar la mezcla de harina, con canela, poco a poco y batiendo a velocidad mínima o de manera manual. Tiene que quedar completamente incorporado.
Añadimos las nueces y las pepitas de chocolate y mezclamos con una espatula.
Vertimos la mezcla en un molde de bundt cake previamente engrasado y llevamos al horno precalentado a 175º durante 50 min.
Dejamos enfriar 15 min antes de desmoldar.
Sale un bundt cake enorme que curiosamente no durará gran cosa en vuestra cocina.